Saludos, pequeños miserables!
Me aburro. Definitivamente, me aburro. Y no lo digo sólo por este rato en el que me digno a escribir palabrejas sin sentido, sino todo el tiempo. ¿Estaré enferma? ¿O es que el mundo es tan poco divertido, original y chachi y yo soy demasiado genial para él? En fin, no voy a entrar en un tema tan poco profundo como ese ya que sólo me interesa a mí y no me gustaría que mis pequeños miserables dejasen de leerme.
Total que voy a cambiar de conversación y todos contentos. ¿Conocéis la peli The Rocky Horror Picture Show? ¿No? Triste...
Para los que decís que si -o que acabáis de buscarlo en la diosa Wikipedia- os informo de que el pasado sábado diez de marzo hubo un evento Roqui. ¿Que qué es un evento Roqui? Bueno, para los ignorantes podéis volver a buscar en San Google.com (como dice un ente con perilla y gafas Potter) y para los que seáis tan vagos como mamá miserable, lo explico de una forma breve y concisa. (Al grano, nene).
Un Roqui -como se conoce en esta nuestra tierra.- es un evento que simples fans de la película hacen para que otros fans se beneficien de esto y pasen un buen rato rodeados de más fans de este clásico del cine musical. Total, que yo y mis colegas miserables QTKC y ZeeBee fuimos la tarde-noche del sábado por allí. Teniendo en cuenta que comenzó a las siete y media de la tarde y terminó a eso de las tres o quizá más -no lo sé con exactitud, no me quedé hasta el final. No me matéis- así que el dinero que nos gastamos, once eurillos y pico, valían la pena.
Comenzamos con una bienvenida al estilo Roqui y seguidamente pasamos a ver un clásico de la cultura española que ni la María del Monte; Perros Callejeros.¡Qué viva El Torete y que muera El Pijo! Basura es lo que era ese. Madre mía...
Total, después de la peli nos tomamos un descanso. Un descanso de veinte minutos, no sus vayáis a pensar que estuvimos echando una siestecilla o algo parecido. Luego vino lo bueno; momento de desvirgar vírgenes (no penséis mal, no es lo que parece). Es una costumbre del Roqui, por no decir una tradición absoluta, en la que las personas que nunca han ido antes a un Roqui se las llama vírgenes. Hacen pruebas, llevan cosas escritas en la cara y luego se vuelven a su sitio. Finalmente un karaoke en el cual cabe destacar al Fari -te queremos, viejo- y a la Houston -descansa en paz-.
Y finalmente.... ¡THE ROCKY HORROR PICTURE SHOW!
No puedo decir nada más que gracias por hacer un show tan increíble como el del pasado sábado. Espero que tengamos Roqui próximamente de nuevo. Ya tengo mono de Dr. Frank.
Cuidado con los moños anti gravitatorios de las chonis, pequeños miserables. Mi teoría es que en ellos guardan documentos secretos del Vaticano y torpedos en plan Bobobo.
Live Long and Prospere!
S.O.T.D. Moondance - Michael Bublé (Le amo)
Bye-Bee!
jueves, 15 de marzo de 2012
jueves, 1 de marzo de 2012
And I'm sooooo deadly
Saludos pequeños miserables!
Odio los jueves. ¡Es que los odio! Me encantaría tener un botón mágico que me permitiera saltármelo y pasar directamente al viernes a las cinco de la tarde. ¿Imposible? Eso creo.
Total, no voy a aburriros con mis chorraditas y quejas varias. No, no, no. Prefiero deleitaros con una de mis historietas cortas. En este caso el tema es sencillo; mi vida dentro de doce años. Vaaaale, no es que vaya a ser así (aunque no voy a negar que sería inusual). Pero tampoco soy de esas que fantasean con ser famosa, estar forrada y tener un marido millonario. No, la verdad es que yo soy un poco más... macabra.
Ahí va eso! Disfrutad mis pequeños miserables!
Odio los jueves. ¡Es que los odio! Me encantaría tener un botón mágico que me permitiera saltármelo y pasar directamente al viernes a las cinco de la tarde. ¿Imposible? Eso creo.
Total, no voy a aburriros con mis chorraditas y quejas varias. No, no, no. Prefiero deleitaros con una de mis historietas cortas. En este caso el tema es sencillo; mi vida dentro de doce años. Vaaaale, no es que vaya a ser así (aunque no voy a negar que sería inusual). Pero tampoco soy de esas que fantasean con ser famosa, estar forrada y tener un marido millonario. No, la verdad es que yo soy un poco más... macabra.
Ahí va eso! Disfrutad mis pequeños miserables!
Vuelvo a recargar mi Revólver Cattleman mientras gotas de sudor resbalan por mi rostro. Aprieto el gatillo y le atravieso el cráneo a una meretriz con la cara desfigurada y el cabello cobrizo. Decido no volver a disparar. Me apoyo en unas cajas de whisky vacías y recuesto la cabeza en la pared. “Cálmate, cálmate”, me digo a mí misma, quitándome el sudor con la mano izquierda. Respiro profundamente y miro al cielo, vacío por completo. Cierro los ojos. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? “Doce años”, me contesto. Eso es lo que llevo haciendo los últimos doce años. Matar personas. En realidad no las mato, más bien las purifico. He perdido la cuenta de mis purificaciones, aunque jamás se me olvidarán las primeras.
Lo recuerdo como si acabase de suceder. Era miércoles. Mi padre me había dejado encargarme aquel día de llevar al rebaño a pastar. Mientras regresaba, sentí que mi caballo estaba intranquilo. Pasábamos por un camino ancho cuando alguien se paró ante nosotros. Ya no era alguien, era algo. Se encontraba a unos diez metros y avanzaba poco a poco. Me di cuenta en ese instante de que no tenía extremidades superiores y que de su boca chorreaba líquido negro. Gruñidos guturales salían de lo más profundo de sus entrañas. Continuó caminando hacia mí a paso cojeante pero constante a medida que sus gruñidos se acentuaban. Cuando volví en mi tenía el arma desenfundada y aquel ser estaba tendido en el suelo. Bajé de mi caballo y me acerqué lentamente, aun con el arma en la mano. ¿Lo había matado? Él mismo me respondió abriendo sus lechosos ojos, abalanzándose sobre mí, intentando morderme con angustia y desesperación. Fue en aquel momento cuando aprecié que entre aquellos putrefactos dientes, se encontraban restos de carne reciente. Carne humana.
Eso era lo que quería; devorarme. Fue entonces cuando lo supe. “A la cabeza”, me dije. Y disparé a la cabeza. No volvió a moverse.
Regresé a casa lo más rápido que pude, espoleando a mi caballo con salvajismo. Purifiqué seis veces más. Primero a mi madre, en el salón. Después a mi padre, en el establo. A mis hermanos pequeños, los cuales devoraban a nuestro perro Toby y finalmente, a Toby. No fui capaz de llorar, la conmoción no me lo permitía. Acababa de asesinar a toda mi familia ya muerta. Sé que no tiene sentido alguno pero es la verdad.
Es más, mi vida no ha tenido sentido desde aquel fatídico día. Los muertos vuelven a la vida mientras los vivos tenemos que acabar con la plaga. Sinceramente, ya no estoy tan segura de que esto se acabe. No sé si vale la pena seguir luchando, huyendo y purificando pueblos y ciudades.
Ahora, sobre este tejado, es la primera vez en doce años que me lo pregunto. ¿Vale la pena continuar? Si ya no tengo familia, ni amigos, ni vida. Estoy más muerta que esos desgraciados de ahí abajo que agonizan por mi carne y mis vísceras.
Me asomo de nuevo y purifico al sheriff de la ciudad y al enterrador que se tropieza con sus propios intestinos mientras me mira con el único ojo que le queda. Miro el arma y miro mis manos.
“A la cabeza”, me digo de nuevo.
Coloco el cañón en mi sien… y aprieto el gatillo.
Fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!!! Hope you like it!! Yo es que soy muy visceral, ¿sabéis? Eso y que los zombies me apasionan cosa mala.
El sábado que viene es el Rocky Horror, pequeños miserables! A ver si os pasáis por allí! Promete y mucho!
Live Long and Prospere!
S.O.T.D. Killing in the name - Rage Against The Machine
Bye-Bee!
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