sábado, 18 de febrero de 2012

Take me down to the madhouse

Saludos pequeños miserables!

Siento haber tardado taaaaanto en deleitaros con mis bipolares frases y simpáticas ocurrencias. Lo peor es que no tengo excusa. Todo es por vagancia. Vagancia por contaros cosas y sentir unas ganas increíbles de limpiar la habitación justo cuando clico "Nueva Entrada". Os pido perdón. A veces soy una madre miserable malísima.

Fuera cuentos, este fin de semana me parece personalmente estúpido. Y es que cada carnaval experimento una serie de extrañas sensaciones (todas a la vez encima, defécate) que podrían resumirse en indignación. Bueno, más que indignación, ganas de asesinar al 98% de adolescentes de mi city. ¿Razón? Sentirse "guays" por pintarse la nariz en plan gato o llevar un gorro azul en plan Pocoyó. Y como es carnaval, ¡todo vale! Jé. Me río de vosotros niños de segundo de la ESO, que vuestra única escapatoria para quedar con la reconocida mundialmente "peña", es iros al centro comercial del pueblo a ver una película o tomaros un cono en el McDonalds. O si, ¡qué chachis que sois! La próxima vez que os vea, os colgaré una medalla de cartón pluma a ver si os sube la autoestima y tenéis más valor para poneros algo un poco fuera de lo normal en algún momento del año (a excepción de tan amada fecha como la que tratamos hoy).

Bah, voy a dejar el dichoso temita ya porque comienzo a sentir como la urticaria se extiende por mis omóplatos. ¿Y no queremos que le pase nada a la mami miserable, verdad que no? Ñéh.

Regresemos a la promesa prometida hace unos cuantos posts acerca de Elvis Presley. Supongo que la mitad de mis lectores (osea mi madre y Pierrot -che, gracias por seguirme-) recordarán que prometí explicar el por qué de mi obsesión porque este maravilloso hombre no murió un dieciséis de agosto de 1977. Vale, iré al grano.

Todo comenzó principalmente por un artículo de la revista Rolling Stone de junio de 2009. En portada: John Lennon. Titular: Misterios del Rock.
Y entre todas las preguntas y cuestiones sin resolver a lo largo de los años, se encontraba el clásico, ¿Está Elvis vivo? Y comencé a leer y comencé a obsesionarme.

Básicamente creo que está vivo por dos razones. La primera; siempre se ha dicho que Elvis tuvo un hermano gemelo el cual murió al nacer. Bien, pues no se sabe nada de este hermano, ni siquiera dónde lo enterraron. Cero. Y resulta de que Elvis comenzó a ir en declive por arte de magia. Algo así como de golpe. ¿Extraño? Eso creo. Él era un profesional, con una vida dura -está claro- pero al fin y al cabo un profesional.
Segunda razón; necesitaba un respiro. ¿Qué mejor manera que finjir su muerte y utilizar a su hermano en su beneficio? Por lo visto se comenta que su hermano era un drogas además de un borrachín desconsolado. Así que ¡zasca! se hace pasar por él durante unos meses, vive la vida de fiestas, presiones, compromisos y demás, no lo soporta y.... ¡BANG! Muerto. Y el vedadero Elvis retirado en alguna isla desierta.

Vale, vale. Tal vez no sea la mejor explicación del mundo. Debo reconocer que este tema se me da de maravilla discutirlo en persona. Incluso resulto convincente. Así que... buscadme.
De todos modos, admito que ya es más normal que esté muerto debido a que ya tendría sus ochenta y largos.

En el próximo post os hablaré de algo que me inquieta, pequeños miserables. Algo así como un desahogo personal con una pequeñísima dosis de sarcasmo de las mías.

Y por último; Billie, te quiero. Tengas 20, 30 o 40 años. Aunque ahora mismo madurito estás... woohoo!

Os dejo con mi preciosa sonrisa marcada a fuego en mi rostro y con la frase, why so serious?


Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Brothers and Sisters - The Gun Club

Bye-Bee!

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