lunes, 30 de enero de 2012

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Saludos pequeños miserables!

Regreso hace escasos minutos de informarme (junto con mis miserables y compañeras Technicolorwordenses) sobre el carné de conducir. Y es que aun no hemos cumplido la mayoría de edad y ya estamos agonizando por algo tan chachi y tan "in". Algo que nos convierte en personas de provecho (bueno, a nosotras y a nuestro currículum creo yo).

Total, que hemos ido a preguntar a la autoescuela de al lado de casa. Una autoescuela en la que mis antepasados llamados papá y mamá también se examinaron. Osea, que aquí todo va generación tras generación.

La verdad es que la oferta no está nada mal: 500€ por todo. Bueno, sin contar las prácticas que están a 35€ la hora. Sigue estando genial bajo mi humilde opinión. La matrícula es lo peor de todo, porque eso de sacarme 250€ del bolsillo dejé de hacerlo cuando me obligué a mí misma a ser honrada. (Já!). Bueno, bueno, no penséis mal de mi, que no soy de esas a las que les mola ir robando termos de los veinte duros ni cosas por el estilo.

Si bien es cierto que me siento tentada últimamente por agarrar sin permiso algún que otro libro de la librería de al lado del insti. Pero tranquilos que mis instintos cleptómanos desaparecen cuando abandono la escena del crimen.

Retomando el tema automovilismo y coches grandes, hemos estado cinco minutos allí, no me he enterado de la mitad de las cosas que decía la chavala, y finalmente nos hemos ido con un papel informativo y un mechero chachi. Cabe destacar que acabo de descubrir que el mechero también es una linternita discotequera azul, de esas con las que los palurdos ciegan a sus colegas y se sienten tan divertidos. Sinceramente, voy a utilizar más la linternita que el propio mechero. La usaré para iluminar mi habitación cuando tenga que levantarme a beber agua o cuando sencillamente no pueda pegar ojo y esté hasta las narices de hablar con mi osito Bean (el osito de Mr. Bean). ¡Qué malota soy, eh!

Estoy pensando en las utilidades que le daré al mechero; teniendo en cuenta que no fumo ni le doy al canuto, que mis instintos pirómanos no se han pronunciado por el momento y que la última vez que encendí una vela quemé el mueble del comedor, ¿qué hacer?

¡Ah, lo tengo! Me dedicaré a ser una quemadora de chándales de Teletubbies de esos que los chonis se ponen  desde hace un tiempo. Los detesto, me parecen una abominación. Sobre todo lo detesto cuando ellos se ríen al ver mis Creepers. Niño, mírate a un espejo -roto que así no te asustas tanto- y luego critícame por los zapatos que valen más que todos esos chándales juntos.

Aquí es cuando mi querida ZB' anuncia su: ¡Prum, bum, dish! (O algo así dice la canción)

Id a cualquier autoescuela, pequeños miserables. Pero seguro que en ninguna os darán un mechero-linternero tan guachi como el que las Technicolor Words poseen.

¡Oh! Acabo de acordarme que en el post anterior había prometido hablar de mi teoría de Elvis. No problem, me lo apunto en un post-it y el próximo irá de eso.

http://www.youtube.com/watch?v=Zw1SG4h4XLY&feature=g-upl&context=G2eba792AUAAAAAAABAA

Mirad nuestro corto, pequeños miserables! Like a Rolling Stone es un hecho, al fin! 105 visitas en tres días, ¡FELICHITÁ!

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Dirty Diana - Michael Jackson

Bye-Bee!

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