sábado, 5 de noviembre de 2011

Saludos pequeños miserables!

Debo reconocer que mi masoquismo con las pelis de Disney está llegando a su clímax. La verdad, es que siempre termino viendo las más trágicas con la excusa de que las canciones son muy bonitas y bleh, bleh, bleh.
Pero no es cierto, lo cierto es que me gusta llorar, echar una lagrimita (o dos, o tres o un barreño entero) de vez en cuando mientras mi madre o quién me ve me dice que soy la chica más pava que han visto en su vida.

Bueno, la verdad es que eso de que me digan que soy pava no me importa. No me importa ni tampoco me sorprende, porque es tan cierto como que Calamardo existe. Y que me encanta parecer una niña pequeña y lloriquear mientras veo Doraemon es algo que no me da vergüenza alguna reconocer. Sí, soy una ñoña empedernida cuando quiero y luego cuando veo pelis gore que se cargan hasta al que trae los cafés, no siento ni la más mínima sensación de pena. Lo que siento es, en realidad, emoción y animación. Empiezo a pensar si en vez de ser masoquista soy más bien una sádica empedernida...

Lo cierto es, que las pelis Disney son algo que me vuelve loca y que con la excusa de que las canciones son muy bonitas, termino llorando y quedándome más seca que un dátil. Os pongo el ejemplo más reciente, osease ayer. Estaba sola en casa y, en vez de organizar un botellón casero con los colegas el estilo USA, encendí el disco duro y opté por El Rey León. Lo gracioso es que me pongo excusas a mi misma. Con el rollo de que la primera canción me mola (¿Cómo? ¿Que no sabéis cuál es? Si hombre si la de: "Máaaaaaaaaaaachuwenyiáaaaaababichibabá...") me puse a ver cinco veces seguidas la muerte de Mufasa. Ahí comenzaron a florecer los primeros sentimientos de pena. Segunda parada: Hércules, que la verdad no es que sea de las más trágicas. Pero tienen su puntillo cuando la Megg se muere y Hércules lucha y se reúne con sus padres y opta por quedarse en la tierra y... Ah! Los sentimientos de pena crecen rápidamente.
Tercera parada; Pocahontas. El dramón de los dramones, la penurria de las penurrias hasta en la segunda parte. Porque esa peli me da pena desde el maldito principio. Pena más que nada por el John Smith que es el calzonazos patético más grande de la factoría. Y Cuarta parada y última: Inteligencia Artificial. Si vale, ya sé que no es de Disney ni se le acerca pero la pillé en Neox y decidí ver el maldito final que parece que no llegue jamás.

La verdad es que hacía tiempo que no la veía y lo echaba de menos. Ahora que, después de verla ayer y llorar tanto que los ojos me escocían, he desterrado la película hasta dentro de otros seis meses en los que volveré a verla y volveré a desterrarla y así durante millones de siglos. La pena más grande es sobre todo en lo que se ha convertido el niño, Haley Joel Osment. Es algo así como un Macaulay Culkin 2.0. Pero bueno, no voy a hablar de drogas, de famoseo ni todo ese rollo porque no pararía y además, tengo que ponerme a hacer deberes de Historia pero ya.

Me despido advirtiéndoos lo siguiente: Constantino Romero es Mufasa en el Rey León, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Missatge a l'ampolla - Mojinos Escozios (Efectivamente, hoy es el concierto)

Bye-Bee!


PS. http://technicolorwords.blogspot.com/2011/11/unas-al-agua-yay.html  Uñas al agua en nuestro post de ayer!! Probadlo, es una maravilla!

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