viernes, 30 de diciembre de 2011

The representative from California has the floor.

Saludos pequeños miserables!

La vida me sonríe desde que invertí en bolsa el año pasado. Mis negocios prosperan día a día con un éxito abrumador que ni el Hundargarín ese. Vale, vale, era broma. No me flageléis que no es para tanto.

La verdad es que llevo unas vacaciones bastante relajantes... tal vez demasiado. Pero esta noche ha sido verdaderamente infernal. Porque si hay un sólo adjetivo que describe absolutamente mi personalidad, ese adjetivo es: Hipocondríaca. Efectivamente, soy una hipocondríaca paranoica de las narices. Y la que más se fastidias es una servidora eh, no penséis que arruino la vida de nadie con mis pensamientos macabros. Bueno... la verdad es que si que machaco a alguien, a mi querida madre la cual se ha pasado desde las seis de la mañana a las siete y media aguantando mis paranoicas ideas mientras yo sentía que mi corazoncito se me salía por la boca.

¿El motivo de mi estupidez? El Treball de Recerca. Porque me pongo de los nervios al pensar, pensar, repensar y pensar lo repensado. He llegado a pensar que jamás volvería a contraer el sueño por mis preocupaciones. -Cabe destacar que a las ocho de la mañana estaba más frita que los chipirones del bar de la esquina-

Bueno, bueno, bueno, ya estoy mejor. ¡No os preocupéis por mí! (No si ya sé que no lo hacíais).
Cambiemos de tema. Odio la Navidad. Bueno, no odio la Navidad, odio a la gente que lo celebra. Bueno vale, en realidad odio la Navidad, la gente que lo celebra y todos sus congéneres. Porque no hay fecha más falsa, más estúpida y más empalagosa que la Navidad. Menos mal que ya ha pasado. Menuda nochecita me han dado los vecinos hijos de perra.

¡Venga, un brindis!
¡Feliz Navidad!
¡Venga otro brindis!
¡Oyyyy, que se nos ha caído el champán en todo el mantel!
¡Venga, brindemos por ello!
¡Ay no que ya estoy borracha!
¡Brindo por ello!

Sólo puedo deciros lo siguiente:

M-O-R-Í-O-S


Y ahora fin de año... Ay señor llévame pronto... Os vais a enterar si me dais la nochecita de nuevo. ¡Sus vais a defecar! JÁ!

Cuidadín con las uvas, pequeños miserables. Las uvas las carga el diablo!

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Howlin' for you - The Black Keys

Bye-Bee!

martes, 20 de diciembre de 2011

My Pet is Dead

Saludos pequeños miserables!

Acabo de llegar -bueno, hace un par de horitas- de mi segundo hogar. No, no es la casa de mi abuela ni es la de mi mejor amigo ni porras. Es Ikea. Ikea = el meu lloc al món.

Cuando pienso en la idea de ir a dar un voltio por allí, la primera sensación es que se me revuelven las tripas hasta decir basta al pensar en la caminata que me voy a pegar para terminar comprando: NADA.
Pero claro, luego piensas: la recompensa es un frankfurt asqueroso más industrial que la sociedad del siglo XIX y te emocionas. Porque cuando estás muerto de hambre, cansado a más no poder y tienes un euro en el pantalón desde hace tres semanas, te das cuenta de lo delicioso que puede estar esa cosa envuelta en plástico comestible. Y allí estaba yo con mi colegui, comiendo Frankfurts asquerosos y pensando en la manía que tienen de no poner sillas ni limpiar las mesas sin sillas. Porque hay algunas que llevan tanto tiempo sin limpiarse que como te des cuenta te quedas pegado en la porquería. ¡Qué ajjjco por Dió!

Después de comer -porque llenar la barriga es lo primordial- hemos dado la vuelta del siglo. Siempre que camino por allí y llego a la parte de los complementos me pregunto lo siguiente: ¿Cuántos kilómetros me habré recorrido en todas las veces que vengo a este condenado lugar?

La verdad no sé si quiero saberlo. Me gusta la sensación de incertidumbre, la misma sensación al no saber la nota de Historia...

También pienso algo cuando llego a la zona de baños, wc y tal: ¿Te imaginas si te da un apretón? ¿Dónde vas? Te ves rodeada de lavabos pero ninguno es para descargarte. Y si le preguntas al encargado cateto lleno de acné, que su experiencia en la vida ha sido trabajar en McDonalds, y te indica con el dedo: "Allí". Miras ese "allí" y ves más lavabos. ¿Cuál es el verdadero maldita sea? ¡¿Cuáaaal?! Total que terminas aguantando el tipo pensando por dentro "Venga, que tu puedes" y llegas a casa a punto de explotar como una bomba de relojería. ¿Chachi, cierto?

Lo cierto es que en Ikea no todo es malo. También tiene sus partes guachis. A mi me pierde la zona de niños, con sus camas raras, sus cubre camas de estrella o de hoja (que son los mismos desde hace diez años) y los peluches anodinos. Bueno, hoy me he enamorado de dos peluches: Una zanahoria y un brócoli. ¡Eran geniales! Me recordaban a los de Hora de Aventuras, Finn el chico humano y Jake su precioso perro.

He estado a esto -ademán de medio juntar el pulgar con el índice- de comprarme el de zanahoria. ¡Estaba por siete euros! OFERTÓOOON. Bah, voy a dejar de pensar en eso porque al no comprármelo ahora me deprimo. Snif, snif...

Pero tengo otra queja: ¿No sería posible que hubiera una manera mejor de llegar hasta el dichoso Ikea? Porque el rollo ferrocarriles y bus es aborrecible. Me mareo en bus y no sé utilizar los ferrocarriles. ¡Un tren, por favor! ¡Un tren es lo que necesitamos! No hay nada más cómodo y menos mareante que un tren (excepto cuando va a petar y no puedes ni mover la cabeza).

Otra queja antes de que se me olvide: Se habían acabado los rollitos de salmón... Voy  a terminar poniendo una queja que no servirá de nada porque nadie la leerá, irá al buzón de las cosas que no se leen y yo esperaré impaciente una carta que jamás llegará porque está en el buzón de cosas que no se leen y nadie la habrá leído porque estará en el buzón de cosas que no se leen y yo esperaré una carta que jamás llegará porque estará en el buzón de cosas que no se leen y... ¡Buuufff! ¿Me estoy repitiendo o son cosas mías?

Haceos la tarjeta family de Ikea, pequeños miserables. ¡Descuentan cuatro euros menos en según que cosas! Aunque para lo que yo compro... tsé!

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Yeh yeh! - Matt Bianco.

Bye-Bee!

lunes, 19 de diciembre de 2011

First of all.

Saludos pequeños miserables!

¿Sabéis? El último día varios estudiantes se acercan a mi a decirme, me dicen: Director Mazzour, ¿qué podemos hacer para aprovechar las vacaciones? No queremos pasarnos todo el día durmiendo.

Bueeeeeeno, se nota que lo que acabo de soltar no es mío, ¿cierto? Nah, lo que pasa es que estoy enviciada a mi película favorita de cuando era peque (y no tan peque, of course). Goofy e Hijo.
Madre mía, la verdad es que no puedo parar de verla, de escuchar las canciones ectecé. Me pierde, esa es la expresión correcta.

Total, cambiando de tema: estoy de los nervios. Me ha dado un bajón de tensión interesante y no he podido ir a clase -¡vaya por Dios!- y ahora tengo una sensación rarísima. He llegado a una de mis interesantes conclusiones sherlockholmescas: estrés del instituto. Llevo unas semanas estúpidas de exámenes diarios y no he tenido tiempo ni siquiera de reflexionar en los capítulos de The Walking Dead. No soltaré spoilers para los que la siguien desde La Sexta, pero... granero granerito, si te abres yo vomito. (Dios, que rima más estúpida).

Luego como tengo una capacidad de almacenaje mental cada vez más reducida, me olvido de mis planes, o de que quedo con gente y luego me llevo la sorpresa de mi vida cuando he hecho planes a la misma hora el mismo día. Es lo que tiene ser famosa, que estoy muy solicitada.

Cambiando de tema así porque si, estoy poniéndome de los nervios mientras escucho al Rajoy hablar en las noticias. No, no es por su acento -que de estresante ya tiene lo suyo- sino porque ahora con el rollo de que quiere ponerle un año más al bachillerato, es para asesinarlo tirandole un elefante encima. (Sit Angus, ¡Sit!)

Y por eso ahora estoy de los nervios x3000. Porque encima de que mi bachillerato es el último en este insti, ahora resulta de que quieren poner un año más. ¿A dónde nos vamos nosotros, entonces? No pienso irme a uno lleno de canis, chonis y seres desconocidos por los frikis. Demasiado tengo con el mío que ya me he acostumbrado y le he cogido cariño.

Así que nanai de la China. Un año más y exploto. Necesito cambiar de aires cada dos años, no estresarme con la gente, no odiar el camino al instituto y no odiar más aun al instituto. Por eso os digo: ¡NO AL TERCER AÑO! A ver si voy a terminar saliendo con un máster y lo voy a terminar agradeciendo... ¡no! ¡Eso es imposible! Esto es España.

Sin más dilación y antes de que se me acabe la batería del portátil, me despido mientras mis queridos padres ven Frank de la jungla. ¡Ese hombre es el rey del mundo! A ver si mañana me desestreso, me voy al Ikea a despejarme y comprarme una cubitera nueva y luego me voy a ver a mi santa abuela, la reina del rock.

Jugad al Cluedo solos y os daréis cuenta de vuestra patética existencia, pequeños miserables! Os sumergiréis en otro mundo y no podréis salir. Como yo en juego de tronos, btw.

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Dirty Harry - Gorillaz (Gourrilas - pronunciado por ZeeBee)

Visitad nuestro blog pequeños miserables! Zumo de Zombie FTW!

Bye-Bee!

sábado, 10 de diciembre de 2011

Waku-Waka Eh, eh! Porque esto es una tortura.

Saludos pequeños miserables!

Os escribo mientras los mocos nublan mis sentidos y embotan mis pensamientos más interesantes. Me he resfriado y no sé ni cuándo. Solo sé que tengo la nariz como un reno de esos de Santa Claus (Eh niños! No exiiiste! JA-JA-JA) y que me está agobiando cosa mala el partido del Baça contra el Madrid.

Odio el fútbol. Lo odio, lo rechazo, lo margino y lo vuelvo a odiar. Odio el fanatismo de la gente, odio los petardos que explotan los vecinos culés para picar a los del Madrid. Odio a los comentaristas, odio el color verde moco del césped, odio la cara de los jugadores en primer plano y odio mi padre y mi colega que ahora mismo lo están viendo como si su vida estuviera en juego. Pero si hay algo que odio más que todas estas cosas tan odiosas, es a la gente que está entre el Facebook y la TV. Y sólo existe una palabra para ellos; CANSINOS. Cansinos y más que cansinos, megacansinos. O estás por una cosa o por la otra. Ala, gol ahora mismo. Del Barça, por cierto. Voy a ver Facebook.

Ummmm! Tiempo récord! Os superáis cada vez más. Llevamos 15 estados de Facebook en menos de treinta segundos y tres culé-petardos. Ñáh...

Cada vez que pasan cosas de estas me pregunto qué narices tiene este maldito deporte para fanáticos que despierta tanta pasión. ¿Qué tiene el Barça contra el Madrid? Así sólo consiguen que haya más rivalidad fuera del campo deportivo. Luego vas a Madrid y te miran mal por ser de Barcelona. Ahora, vienes de Castilla y León y "¡Bienvenido paisano!". Y yo me cabreo porque la gente es así y yo no puedo hacer nada para remediarlo. ¿Pero es que acaso el futbol os da de comer? ¿Recibís alguna cosa a cambio de verlo más que el placer de regodearte por una victoria que ni siquiera has hecho tú contra los contrarios? ¿Cómo puedes decir "hemos jugado muy bien" cuando tal vez en tu vida hayas tocado una pelota o hayas pisado un estadio? ArrrrGGGGGGGGG! Éste tema me saca de mis casillas... Anda, Casillas! ¿Ése no es del fútbol?

Y claro cuando suelto alguna de esas paridas, veo como millones de ojos se clavan en mí como si hubiera dicho un ultraje o hubiera insultado a la madre de alguno. Y cuando la gente se junta y comienzan a elevar el tono de voz, unos contra otros, discusiones sin sentido sabiendo que no vas a convencer al otro de nada porque el otro no te va a convencer a ti. Pero tu sigues, ¡Ahí, ahí! Como un machote (o machota, que aquí las nenas también se vuelven loquitas por los jugadores que parecen canis recién salidos del Base). Y se restriegan los errores de hace cincuenta años mientras los otros hacen lo mismo con tu equipo. ¡Tu equipo! ¡Cómo si lo hubieras comprado en el Monopoly! Yo siempre soy la ficha del coche o la típica ficha negra. Tal vez en éste tema también sea una oveja negra... La verdad es que no me importa. Me siento orgullosa de no ser como el 99'99% de los españoles que se gastan más dinero en camisetas de su equipo, en escribir estados del Facebook tales como: GOOOOL!! MESSSIII!! O BOJAAAAAAAN!! La verdad es que mi conocimiento futbolero no llega a más. Sólo puedo reconocer que me siento sutilmente atraída por los rizos de Pujol y su cara de "me'perdío".

GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL de nuevo! Deeel.... Barça! Dejadlo ya, en serio. Si se emplease el tiempo y la euforia del fútbol en ayudar en las tareas de casa, alguna recompensa caería. Tal vez... alguna entrada para ir a ver al Extremadura contra Pallars Jussà.

Buen sábado, pequeños miserables! Al menos los treinta y tres minutos que quedan de éste.

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Baby Jane - Rod Stewart

Bye-Bee!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Streets are open my eyes to see

Saludos, pequeños miserables!

No sé si eráis conscientes de mi vocación de escritora. Bueno, la verdad es que es una de mis pasiones principales. Ésa, leer, escuchar música y ver películas de serie Z. Pues resulta que mi vocación de escritora avanzó un par de niveles cuando decidí hacer un corto. Y así ha sucedido. Ayer domingo 27 de noviembre, estrenamos nuestro primer día de rodaje. ¿Sabéis cómo se llama? Like a Rolling Stone.

¿Sabéis lo que significa Like a Rolling Stone? Vale, buscadlo en Google si vuestros cerebros de ser humano corriente os lo permiten. Vaaaale, vaaaaale os lo traduzco (viendo el panorama os ibais a quedar a dos velas forevah) Like a Rolling Stone = Cómo una piedra que rueda. Aclaro, es una canción de Bob Dylan aka Mr Zimmerman aka mi compositor favorito aka el gran maestro de la polémica aka my idol.

Bob Dylan es una de mis principales inspiraciones fuera del marco enamoradizo hormonal adolescente. Bueno vale, reconozco que me gustaba mucho cuando era joven (¡es que era muy moni!) Pero aparte de eso, es un referente para mí. Su música es única, sus etapas son únicas y su manera de ser y cantar es única. Y por eso me decidí a que mi corto tuviera relación con eso. Además, en segundo lugar, también quería que tuviera relación con Green Day. Actores protagonistas: Christian y Gloria. ¿Por qué?

La respuesta la encontramos en el siguiente nombre: 21st Century Breakdown. ¿Qué es? Un disco de Green Day. Los protagonistas de esta preciosa historia de amor se llaman: ¡Tacháaaan! Christian y Gloria. Very well, very well fandanguillo!

En  fin, ayer primer día de rodaje. Estresante al principio pero genial después. Tengo los mejores compañeros y profesionales que podéis imaginar. Sin ellos no lo conseguiría ni en broma. Están haciendo grandes sacrificios por mí a cambio de nada y eso no lo podré agradecer nunca lo suficiente. SAAAANKYYYUUU ^____^

Total, después de sentimentalismos, sonrisas y lágrimas, voy a dejar el coso este de una vez porque empieza The Walking Dead y tengo que viciar seguidamente.

No mezcléis un Happy Meal y Diver King porque os saldrá o Diver Meal o Happy King (o más bien Happy Fat King).

Live Long and Prospere!


S.O.T.D. Cuba - Gibson Brothers


Bye-Bee!

domingo, 13 de noviembre de 2011

I just wanna see the light

Saludos pequeños miserables!

En un día lluvioso, penoso (y asqueroso) como el de hoy, hemos decidido ir en familia al Salón Náutico Internacional en la Fira de Barcelona. Lo primero que he visto, ha sido una cucaracha roja ahogada en el lago que hay en la entrada. Y mi tía va y le hace una foto. Mientras yo con escalofríos en el cuerpo al estilo baile epiléptico. 

Paseábamos tranquilamente viendo barcos, yates, barquitas, GPS, motores ectecé cuando me he dado cuenta de que el sitio estaba hiper mega vacío. Me he preguntado por qué y no he sabido responderme. Tal vez los ricos estén en crisis y no puedan permitirse un barco de 358.129€ impuestos de matriculación incluidos. Lo graciosos ha sido cuando hemos ido a ver algunos barcos de pesca (que más que pesca parecían un loft de lujo) que en nueve metros tenía cuatro camas (una redonda!) y dos mesas al estilo barbacoa en la casa de la Pradera. 

Bueno, reconozco que hemos tenido el enorme "privilegio" de poder visitar esos barcos debido a que estábamos más enchufados que una TV en un asilo. Nos hemos puesto unos patucos chachis y hemos hecho más fotos que una sesión a la Selena Gómez esa. 

Lo gracioso era ver a mi tío super hiper mega emocionado queriendo montarse en todos los barcos como cuando yo tenía tres años e iba a la feria del pueblo. (Bueno, con tres años y con quince, dieciséis...) 
Por lo demás, he sentido una enorme vergüenza ajena cuando a ciertos miembros de mi familia les ha dado por comer un tentempié que habían dejado los de cierta empresa para el disfrute de los visitantes. Porque aunque sea para nosotros, yo no soy capaz de coger un maldito trozo de queso manchego del Mercadona o un chorizo reseco del Bon Àrea. Porque aunque sea para los visitantes, si los dependientes te clavan la mirada y luego te atraviesan con un puñal imaginario, es como si lo sintiera en mis propias carnes. Si, tal vez soy demasiado elitista... Juasjuasjuas! 

No qué va. Lo que pasa es que soy cortada para esas cosas. Prefiero que nadie se fije en mi ni en mi pelo, ni en mis gafas, ni en mi ropa ni nada. Cuando voy a esa clase de sitios, lo unico que deseo es observar, admirar a una distancia prudente y que nadie se me acerque. Más que elitista soy una llanera solitaria en busca del sentido de la vida al estilo Andrés Hurtado. ¿Sabéis quién es? Bueno, si no lo sabéis no voy a acribillaros, ya que ya me están acribillando a mi a base de leerme esa tortura en forma de libro. ¡Qué aaajjco! Lo odio de verdad. Me deprime y me aburre (y me confunde todo sea dicho). Porque ese rollo de Schopenhauer, Kant y la madre que los alumbró de verdad que me saca de quicio. No tengo paciencia para soportarlo y cuando tengo que hacer los ejercicios siento que me he leído el Libro de la Selva y no el Árbol de la Ciencia. 

En fin, voy a dejar de escribir. Voy a imprimir los deberes de Artístico y voy a prepararme la mochi a una velocidad de vértigo. 

No sus olvidéis de visitar Technicolor Words, pequeños miserables! Vale la pena pasarlo en grande por cinco minutos! 

Live Long and Prospere! 

S.O.T.D. Eighteen Yellow Roses - Bobby Darin 

Bye-Bee! 


domingo, 6 de noviembre de 2011

Utopía

Saludos pequeños miserables!

Tengo el cuello como una piedra pómez y un el empeine más hinchado que la patata caliente del Grand Prix. ¿Deducís el por qué? ¡Si señor! ¡El concierto de los Mojinos Escozios! Bien, vamos por partes.

Llovía, y con eso tenemos un punto en desventaja para mi pelo planchado. Menos mal que el coche no es un descapotable que si no... Bien, dejando a un lado los chaparrones, llegamos al sitio ¡al fin! Cinco minutos más en el coche y echo la pota más grande de mi vida. Yo pensaba: "Madre mía... a saber la de gente que habrá ya en la cola" Cuando de repende ¡Chancháaaaan! Nadie. Es que ni la puerta estaba abierta. Y segundos más tarde, lluvia de nuevo.

Las puertas las abrieron a las diez y cuando entré, pensé que me había equivocado de sitio y que estaba metida en un burdel francés porque el sitio estaba lleno de zonas con asientos y butacas VIP (Very Important People/Person) barras a ambos lados y un mini escenario donde la batería del Puto ocupaba la mitad. Vale, eran las diez y el concierto comenzó a las once. La muerte en definitiva.

Cuando salieron, vi al Sevilla gigante, monstruoso... supongo que por la impresión de tenerlo a dos metros porque luego, cuando me acostumbré, me parecía el hombre más normal del mundo. Eso sí, las pintas únicas e incomparables. Con sus mayas de cuero con rejilla, sus botines con taconazo de cuña y esa capa que parecía salida de un local de streaptease, era un verdadero rock star, rock machine y rock king. En definitiva, chachi.

Pero debo reconocer, que en lo que más me fijaba era en el Zipi, al cual tenía justo enfrente. Con su caliqueño, su falda de cuero a lo Axl Rose Escozio y esas greñas... me convertí en fan suya. Encima toca genial el condenao y cierra los ojillos cada vez que canta.

Si tuviera que ponerle quejas concretas a algo del concierto, y eso lo digo con respeto pero con crítica, sería la gentuza que no sabe disfrutar de la buena música y, en consecuencia, no dejan disfrutar al resto. Me refiero a los borrachos calvos con perilla a lo Dimebag Darrell que se ponen a hacer olla en una sala que es como mi comedor. Y a los niñatos de trece años que en vez de disfrutar del concierto se pasan las dos horas mirando para atrás para que su mami no los abandone. Niño, si te quisiera abandonar ya lo habría hecho, tenlo claro.

Segunda y última cosa que me pareció patética: el final. Normalmente suelen ser espectaculares, pero este fue más bien chapucero y aburridillo. Improvisado sería la palabra, improvisado y chapucero. Terminar con "No vales pa'ná'" que ya la habían cantado cinco veces en todo el concierto nos dejó a la extensa mayoría con una Poker Face Senior.

Pero bueno, como dice la Jessie J esa: Nobody's Perfect. (I'am Nobody) Eh, si eso me lo he inventado yo. A la vuelta solo pensaba en una cosa: Cama. Y eso es en lo que estoy pensando ahora mismo, pequeños miserables. En tumbarme en la cama de mis padres a ver los EMA de este año. A ver qué tal... Si no está Green Day, no valdrá mucho la pena.

Consejo del día: No os pintéis las uñas con pintura de pared que luego hueles a reforma sorpresa.

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Careless Whisper - Seether

Bye-Bee!

technicolorwords.blogspot.com

sábado, 5 de noviembre de 2011

Saludos pequeños miserables!

Debo reconocer que mi masoquismo con las pelis de Disney está llegando a su clímax. La verdad, es que siempre termino viendo las más trágicas con la excusa de que las canciones son muy bonitas y bleh, bleh, bleh.
Pero no es cierto, lo cierto es que me gusta llorar, echar una lagrimita (o dos, o tres o un barreño entero) de vez en cuando mientras mi madre o quién me ve me dice que soy la chica más pava que han visto en su vida.

Bueno, la verdad es que eso de que me digan que soy pava no me importa. No me importa ni tampoco me sorprende, porque es tan cierto como que Calamardo existe. Y que me encanta parecer una niña pequeña y lloriquear mientras veo Doraemon es algo que no me da vergüenza alguna reconocer. Sí, soy una ñoña empedernida cuando quiero y luego cuando veo pelis gore que se cargan hasta al que trae los cafés, no siento ni la más mínima sensación de pena. Lo que siento es, en realidad, emoción y animación. Empiezo a pensar si en vez de ser masoquista soy más bien una sádica empedernida...

Lo cierto es, que las pelis Disney son algo que me vuelve loca y que con la excusa de que las canciones son muy bonitas, termino llorando y quedándome más seca que un dátil. Os pongo el ejemplo más reciente, osease ayer. Estaba sola en casa y, en vez de organizar un botellón casero con los colegas el estilo USA, encendí el disco duro y opté por El Rey León. Lo gracioso es que me pongo excusas a mi misma. Con el rollo de que la primera canción me mola (¿Cómo? ¿Que no sabéis cuál es? Si hombre si la de: "Máaaaaaaaaaaachuwenyiáaaaaababichibabá...") me puse a ver cinco veces seguidas la muerte de Mufasa. Ahí comenzaron a florecer los primeros sentimientos de pena. Segunda parada: Hércules, que la verdad no es que sea de las más trágicas. Pero tienen su puntillo cuando la Megg se muere y Hércules lucha y se reúne con sus padres y opta por quedarse en la tierra y... Ah! Los sentimientos de pena crecen rápidamente.
Tercera parada; Pocahontas. El dramón de los dramones, la penurria de las penurrias hasta en la segunda parte. Porque esa peli me da pena desde el maldito principio. Pena más que nada por el John Smith que es el calzonazos patético más grande de la factoría. Y Cuarta parada y última: Inteligencia Artificial. Si vale, ya sé que no es de Disney ni se le acerca pero la pillé en Neox y decidí ver el maldito final que parece que no llegue jamás.

La verdad es que hacía tiempo que no la veía y lo echaba de menos. Ahora que, después de verla ayer y llorar tanto que los ojos me escocían, he desterrado la película hasta dentro de otros seis meses en los que volveré a verla y volveré a desterrarla y así durante millones de siglos. La pena más grande es sobre todo en lo que se ha convertido el niño, Haley Joel Osment. Es algo así como un Macaulay Culkin 2.0. Pero bueno, no voy a hablar de drogas, de famoseo ni todo ese rollo porque no pararía y además, tengo que ponerme a hacer deberes de Historia pero ya.

Me despido advirtiéndoos lo siguiente: Constantino Romero es Mufasa en el Rey León, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

S.O.T.D. Missatge a l'ampolla - Mojinos Escozios (Efectivamente, hoy es el concierto)

Bye-Bee!


PS. http://technicolorwords.blogspot.com/2011/11/unas-al-agua-yay.html  Uñas al agua en nuestro post de ayer!! Probadlo, es una maravilla!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

I wanna be a nerd.

Saludos pequeños miserables!

Os escribo a ritmo de los Mojinos Escozios. (Sí, ¿Quién lo diría?) mientras mis padres juegan al UNO a mi lado. Vale, vale, voy por partes.

No me gustan los Mojinos. A ver, gustarme gustarme... tienen su gracia, la música es buena y el Sevilla lo vale en el Tú si que vales. (Efectivamente, veo TSQV) Y para ser sincera, últimamente lo veo solo para imaginarme a mi colega Kevinfluskensflaunskers delante de la caja tonta cada vez que el melenas flamenco aparece. Y es que el colega está OBSESIONADO con los Mojinos. Y no me voy a meter con eso porque yo estoy igual o peor con Green Day. Claro que yo soy chica y las chicas solemos ser más pavas en esos temas (o al menos eso dicen...).

Y el hecho de que ahora los escuche es simple; este sábado nos vamos al concierto de los Mojins! Y aunque en mi caso lo hago para ver a mi colegui más feliz que una perdiz (y seguro que llora) me siento mal si no los escucho una mijilla antes. Y es que así soy yo, siempre dejándolo todo para última hora, como los guays.
Lo mismo hice con Bon Jovi. Me puse a escucharlos tres horas antes y fui más que sobrada al concierto. Y si encima luego la grúa se te lleva el coche ¡Ya me dirás tu lo que me importa el Bon Jovi y la Buena Jova!

En fin, sé que me lo voy a pasar bien, porque voy con chicos. Y es inevitable que te lo pases mejor con los chicos porque son como niños de p3 que me sacan dos cabezas y media. Pero mola y eso es suficiente para mi.

Ya contaré qué tal el domingo. Por lo demás, hoy estoy contenta: he sido de los pocos de clase que han aprobado el examen de Historia del Arte. (Ueeeueee!! Fiesta, fiesta!! Globos de Bob Esponja y manzanas de caramelo de la feria!!) Efestivamente, un seis ha sido mi nota. Soy consciente de que un ente extraño me persigue desde hace años, porque mis notas en dibujo Artístico SIEMPRE son un seis, mi numero de teléfono comienza con 666 y en este examen vuelve a sorprenderme el numero que va después del peladísimo cinco. Está claro, necesito estudiar más y huir de éste fatídico numero.

¡Ah! Por cierto, mi último examen de Frances (estoy hablando de cuarto de la ESO) fue un... ¡Tacháaaan! 6'66. Como no!

Bueno, cambiemos de tema que ya comienzo a notar la grima y la urticaria everywhere. Debo anunciar que mis coleguis de fatiga escolar y una servidora hemos inaugurado un nuevo blog: http://technicolorwords.blogspot.com/

¿Y de qué narices irá? Puede que os preguntéis (o puede que no, que es lo más seguro). Pues de muchas cosas (esa es la respuesta fácil). Es la verdad, hablaremos de todo un poco; críticas de pelis, música, artistas que nos molan, tutoriales hechos por nosotras con nuestras chachi cámaras y muchas más cosas que aun no se nos han ocurrido pero que ya irán surgiendo con el paso de los años. De momento, disfrutad de las presentaciones personales de cada una. Seguramente me reconoceréis en el mío, si sois pequeños miserables fieles, claro.

Por lo demás, me despido a ritmo de The Horrors (sí, ya he cambiado de música, no soportaba más flamencos con rock n roll) y os aconsejo que no seáis tan buenos amigos como lo soy yo. Que tengo una paciencia que no me aguanto y encima luego nadie viene conmigo a The Horrors. Bastardos todos!

Consejo del día: Duchaos con champú para perros si sois muy peludos, pequeños miserables!

Live long and Prospere!

S.O.T.D. Karen - The Horrors

Bye-Bee!

domingo, 30 de octubre de 2011

Do you like my stupid hair?

Saludos pequeños miserables!

Este fin de semana está siendo bastante entretenido en comparación con el resto de fines de semana que vive esta aburrida muchacha de ciudad. Este finde está el Salón del Manga! Y aunque a mucha gente no le parece nada más que una ocasión especial para vestirte como verdaderamente te gustaría con la excusa de que  vas disfrazada de tu personaje favorito, la verdad es que es genial y super chachi.

Ayer mismo, día 29 de Octubre, asistimos al primero de los cuatro días de Salón de este año. La verdad, es que casi asesino a alguien mientras esperábamos durante dos horas para comprar la entrada en una cola que daba la vuelta entera a la Farga. Menos mal que el ir viendo a frikis cosplayados, unos bien otros fatal, hacía que la espera no fuese tan aburrida y asquerosamente patética. Y luego cuando la entrada estaba en nuestras manos, con su bonito color rojo (si, tengo Carnet Jove) entramos y no estamos ni una hora dentro. Me hubiera encantado aniquilar a todos los que se interponían entre mis puestos favoritos. Yo solo quería una maldita figura de caca de Lucky Star! ¡¿Es eso pedir demasiado?!

Total, que si después de dos horas de cola para comprar no eran suficientes, y aquí dejo claro que somos masoquistas, nos estamos media hora más esperando para comprar un maldito envase de ramen pre cocinado con un diminuto y barrio bajero Naruto en su interior. Menos mal que el ratito en compañía de mis queridas otaku freaks hizo que la cosa fuera un poco mejor. Eso y el lobito ligón del auditorio hicieron de lo que parecía un día maldito, simplemente un día... dificilillo. Y menos mal que no llevaba mis llaves con el llavero de guitarra heavy con pinchos para sacarle un ojo a la panda de chonis que comenzaron a reirse de mi precioso cosplay al bajarme en la estación. Porque tenía la paciencia al límite pero me dolía demasiado la cogorota como para asesinarlos a todos en un acto de pura defensa propia contra mis sentimientos de otaku inocente.

Bueno, hoy ha sido bastante relajante el día. Sin ganas de hablar con nadie excepto con mi play que no me hace ni puñetero caso cuando le pido a John Marston que salte y se suba al terrado para que los zombis no le peguen esos zarpazos zombificados. Sep, juego al Undead Nightmare. Me lo he pasado como cinco veces, pero es que de verdad que no me canso. A ver si un alma caritativa me compra el Uncharted 3 o el L.A. Noire que tengo ganas de viciar las tardes lluviosas que vamos a sufrir a lo largo de estos meses.

Que no se os mojen los libros, pequeños miserables! Yo tengo la maldición de la Agenda Mojada, porque siempre se me moja después de tunearla a mi estilo chachi guachi yupi cartulinas de colores y algodón de azúcar.

Espero que mañana no llueva, que vuelvo a ir al Salón del Manga. (Masoquismo nivel 12 en ascenso)

Live long and Prospere!

Canción del día: La maté porque era fea de Eyaculación Post Mortem.

Bye-Bee!

martes, 18 de octubre de 2011

Un Frapuccino, cara de Frappa.

Saludos pequeños miserables!

Mi estúpido "Treball de Recerca" me tiene loca. Tengo una jaqueca impresionante y me siento cabezona como un globo de feria. Demasiados datos, muy poco espacio. Porque eso de resumir un siglo y medio en ocho páginas no es tarea fácil ni para el Rincón del Vago.

Encima me he dado cuenta de que el cine es como un bebé recién nacido. Se hace caca (osea hace producciones pésimas), comienza a gatear y a moverse con diferentes planos, comienza a hablar y termina cayéndole
 los dientes, que es lo que está pasando con el caca cine de hoy en día. Porque no salimos de películas con niños poseídos o de las que están cerca de ser puro cine X. Y luego me dicen que por qué no voy al cine... Y luego me dicen que soy una rarita por ver pelis gore o por mi fascinación con los zombies. Leches! Que la peli de "Tu madre se ha comido a mi perro" es más normalita que todo ese rollo de la saga interminable de Saw! Pero claro, como son películas del año de la Kika, la rara sigo siendo yo.

Cambiando de tema que para eso hago lo que me da la gana (al menos aquí tengo ese privilegio) he estado estudiando durante cinco horas para un estúpido examen de Historia de tres malditos temas y de repente.... ¡tacháaaan! Solo salen cuatro malditas preguntas y encima del primer tema nada de nada! Casi le arranco los ojos con mi cuter chachi a la profe asco! En fin, que no sé si aprobaré o no. O si me meterá un cero como un Donnut gigante y me lo tendré que engullir de camino a casa con la cabeza agachada cual carnero que va al degüello. No lo sé y no sé si quiero saberlo. Prefiero vivir en la ignorancia por el resto de mi vida.

Otra cosa de la que me he dado cuenta, es la manía impresionante que tiene mi profesora de Dibujo Artístico a todo lo que hago, ya sea teórico o práctico. Suelo ser de las primeras en entregárselo todo y de las primeras en decirme que lo he hecho mal porque bla bla bla. Que si "ponle más azul", que si "líneas de contorno no!" o mi favorita: "Pots entregar-ho ja, està bastant bé". Y cuando me lo devuelve, me encuentro un vulgar seis como nota. Soy la chica seis. Mi nombre es seis, Super Seis. Y nunca podré hacer nada para remediarlo excepto sacar dieces en redacciones de castellano. Si, no voy a negar que se me da bien escribir. Bueno, más que dárseme bien es que me gusta. Escribir me hace sentir mejor, me meto en otro mundo, en mi propio mundo. Es mi realidad y se hace mi voluntad. Si, me he dado cuenta de que tengo aires de dictadora.

En fin, a mi habitación está llegando el olor a frankfurt así que me despido con un cordial saludo al más puro estilo Star Trek.

Live Long and Prospere! (Si, este era. Qué novedad más novedosa, eh?)

Canción del día: You Can Leave You Hat On de la preciosa rubia Etta James.

Bye-Bee!

sábado, 15 de octubre de 2011

She's breaking my brain!

Saludos pequeños miserables!

El día trece fue un día de reconocimiento friki absoluto. Fue el fantástico día del Ponte Traje en honor a Barney Stinson. Y por mi parte y la de mis colegas, cumplimos con nuestro deber y fuimos trajeadas. Si, la gente nos miraba con cara de "¡Oh! ¡Valientes sinvergüenzas!" o de "Ven hijo mío, no te vayan a pegar alguna enfermedad contagiosa". Somos guays pero la gente aun no se ha dado cuenta. Tenemos la esperanza de que un día serán conscientes de que lo único que hacemos es demostrar que tenemos personalidad, que no somos como el resto de adolescentes de andar por casa. Somos la última generación que vale la pena.

Bueno, después de éste momento de alegría, orgullo friki ectecé, tengo que añadir que este mes será un mes especial. Y es que a finales tenemos el maravilloso, legendario, divino y decimoséptimo Salón del Manga! Ganas de bailar Para-para, de hacerme fotos con cosplays geniales, de pasearme por los puestos de fanzines, comprar chapas chachis de Jun Matsumoto o Toma Ikuta entre otros maravillosos actores y comprarme alguna figurita o un manga mega shojo ñoño. Y encima este año me voy a cosplayar bien cosplayada. Mi querida abuela genialísima me está haciendo el uniforme de Konata Izumi (incultos en el tema, vean Lucky Star, la chica del pelo azul) y está quedando impresionantemente genial. Y es que mi abuela tiene un arte especial para todo. Porque hace unas comidas que jamás pensé que sería capaz de comer, cose divinamente y hasta restaura muebles. Creo que sé a quién he sacado la ramita artística. Entre mi madre, mi tío y mi abuela voy a terminar que ni el Piccasso ése.

El otro día descubrí además, una atracción fatal de mi abuela por el cantante de Aerosmith, Steven Tyler. Estaba viendo "Dude (Looks like a lady)" en la tele cuando me dice: ¡Mira, mira! ¡El Stevie! ¡Qué hombre, qué hombre! -Sólo mi abuela consigue dejarme tan Poker Face-

Además le encanta alabar a Billie Joe cuando ve el fondo de pantalla de mi portátil o cuando entra en mi habitación y ve los pósters. Eh, no soy una niñata groupie con la habitación llena de pósters de mis bandas favoritas. No, no, no, no. Sólo tengo 4 y detrás de la puerta. Dos de Green Day, uno de Avenged Sevenfold y otro de Light Yagami. Y punto. Lo demás son un par de cuadros gigantes de Marilyn Monroe (el amor de mis amores, la diva de las divas) mi guitarra FroGG colgada en otro lado, y un set de púas de colección de Green Day. Y luego me preguntan si estoy obsesionada... si ejjjque.

Mi abuela es la caña. Si tuviera que quejarme de una sola cosa, es que fuma como una adolescente. Y no es el hecho de que lo haga como una adolescente, es el hecho de que fume. Porque a su edad es como inyectarte dos litros de veneno diario. Es marchosa, pero eso ya es demasiado para ésta pobre blogger empedernida.

Hablando un poco de mí (Insolente) el otro día la profe de Diseño dijo que debíamos crear un logotipo propio, para vendernos a nosotros mismos. Yo no me voy a vender a mi misma, voy a venderme como blogger, como escritora de novelas sin futuro, oyente de emisoras de radio sin patrocinador y amante del cine gore. Voy a venderme como ~hisGreeneyes! Y ya he ido diseñando el logotipo. De momento es solo un boceto dibujado unas doscientas treinta y cuatro veces. Veremos el resultado final próximamente. Y como la profe patata que no se entera ni de lo enterado me diga que no le gusta... se lo va a comer, lo digerirá y luego... bueno luego... luego... ¡lo descargará!

Baaaaaj, solo pensarlo me dan... ¿Retortijones? Esto es todo psicológico, todo psicológico (lo digo agarrándome las piernas y balanceándome para adelante y para atrás)

En fin, el martes tengo examen de Historia (tres temas!) y no he estudiado ná de ná. Ya va siendo hora de espabilarse que estás en segundo de bachillerato, pequeña cagarruta de pavo real!

Mañana hay que seguir con un duro programa de entrenamiento mental y aguante físico, pequeños miserables! No lloréis por mí. Yo no lloro lo que pasa es que siempre se me meten cosas en los ojos.

Live Long and Prospere!

Canción del día: Science Fiction/Double Feauture de The Rocky Horror Picture Show

Bye-Bee!

sábado, 1 de octubre de 2011

I'm feeling so low

Saludos pequeños miserables!

Reconozco que lo que me pasó ayer no fue a causa de una alergia. Lo mío ha llegado más allá, a algo que yo llamo gripazo enfermizo que te deja más blandiblú que Flubber en estado anímico. Creo que ya he gastado un rollo de servilletas que mi madre se va encontrado por distintos rincones de la casa, cosa que detesta más que si se encontrara heces de cabra sobre sus retales.

Total, que he aprovechado mi enfermedad para vaguear todo el día y me he propuesto abrir el baúl de los recuerdos. Bueno, en este caso baúles, porque entre cajas de cartas de amor de mis viejos, libritos del cole de cuando yo era la primera de la clase (osea hace mucho, mucho, mucho tiempo) entre otras chorraditas, casi muero de flipar en colorines y pepinillos galácticos.

He encontrado unos libros de catalán que explicaban cosas super mega cutres y con menos letra que los libros de TEO. El primero, mi favorito de cuando yo iba a primero de primaria, contaba la historia de dos vecinos, el Quim y la Clara, que hablaban de su emocionante vida. Bueno, la verdad es que ahora que lo pienso es más emocionante que la mía. Un finde se van a jugar a básquet, otro a la feria del pueblo a comprar regalitos cutres, otro a la granja de los abuelos a darle de comer a las gallinas, otro a comer piñones en el bosque y luego a comer a una masía de campo. Y yo mientras, en compañía de un rollo de servilletas y la tele por cable.

Luego me he puesto a leer las cartas de amor de mis padres, eso si que ha sido divertido. Bueno, debería dividir entre cartas y postales con poemas de amor adolescente. Porque me he dado cuenta, en ese mismo instante, de que mis padres también han sido adolescentes. Pero unos adolescentes lo que se dice mega mega pavoncios. En plena edad del pavo pero con cinco años más que yo y con faltas de ortografía exageradamente exageradas. Bueno, supongo que el amor atrofia los sentidos. Pero a mi eso no me ha pasado ni con Eladio, ni con Billie, ni con Zacky, ni con... baaaah.

Total, me he dado cuenta de algo interesante: mi padre era un cursi empedernido y mi madre más basta que Billy el Niño. Mi padre ponía: "Eres el amor de mi vida, no puedo vivir sin ti" y mi madre optaba por decir: "Como te vayas con otra la vamos a tener".

Aunque también tenía su punto sensible, como llenar cada maldita carta, cada maldita postal, cada maldito rincón de marcas de beso en color rosa chicle o rojo carmesí. ¡Qué original! Bueno, cuando ya llevas cincuenta cartas te parece más bien como una tradición que ha pasado generación tras generación de una manera sobria y aburrida.
Y luego están esas partes de la carta de amor que no entiendes por qué están ahí ni qué narices tiene que ver con el amor verdadero. Por ejemplo: "Te quiero mucho, amor mío. Cuando puedas y si te acuerdas, cómprame el nuevo disco de Camilo Sesto ¿vale? Te amo. Tu novio." Y entonces yo ponga la Poker Face más grande del mundo mundial y luego exclamo: ¡¿Qué narices es esto?!


Pero bueno, no voy a meterme con el amor de otros. Cuando yo encuentre a mi media sandía, a saber como soy. Me convertiré en la chica más mega cursi y patética del planeta de los orcos.

Aaaachís!! (Jaaaaajaaaaa, os he pegado el resfriado!)

Abrigáos pequeños miserables, comienza el frío.

Live Long and Prospere!

Canción del día: After Dark de Tito & Tarántula.

Bye-Bee!

viernes, 30 de septiembre de 2011

I want to be on TV

Saludos pequeños miserables!
Llevo varios días preguntándome si esta congestión estúpida seguida de mocos y estornudos es debia a una maldita y nueva alergia o más bien a algún catarro asqueroso. Tal vez se me haya ido la olla yendo poco abrigada por la mañana y haya cogido frío. Pero me da rabia cogerme una chaqueta para ir cómoda veinte minutos, meterme en el tren y quitármela, para luego volver a salir a la calle y volver a ponérmela. Si no hago eso, mal. Porque si me la dejo puesta en el tren comienzo a sudar y no ha valido de nada haberme duchado y echado desodorante AXE de chocolate el cual adoro con todo mi ser, para luego largárme corriendo porque casi se me olvida ponerme mi preciosa colonia de Carmen Sevilla. Sí, la mujer será insoportable, tendrá el cuello tan estirado que se podría toca el solo de Through the fire and flames de Dragonforce que ni el grandioso Herman Li. Pero mola la colonia. Y aunque jamás me pagarán por la publicidad que les voy a hacer pero tengo que decirlo; Mis Ovejitas de Carmen Sevilla es la colonia más chupi guay chachi de la muerte del mundo mundial y parte de las Islas Caimán.

Después de toda la sarna de chorradas que acabo de decir (más que nada para rellenar un poquico) continúo con lo que he comenzado; mi resfriado-alergia-catarro asqueroso. Llevo un rollo de papel del water y medio y tengo la nariz más pelada que un guiri tomando el sol en Honolulu.

Y encima como no estoy en mi santa casa, mi amada madriguera, mi adorada pocilga... no puedo quitarme las dichosas lentillas  y siento como se derriten lentamente en mis pupilas casi lechosas como un yayo zombie. Así que escribo viendo como una especie de telita de araña va creciendo lentamene por mis párpados. La pregunta es, ¿me quedaré ciega, pequeños miserables?

Espero que no porque aun tengo muchas cosas y proyectos interesantes que hacer en mi desdichada vida. Por ejemplo, ir a un pase de The Rocky Horror Picture Show, viajar a Japón, conocer a Quentin Taratino, grabar una escena gore con Eli Roth y casarme con Billie Joe. No con Eladio, con Billie Joe el auténtico. Un sinfín de actividades interesantísimas que a nadie más le interesan. De momento, continúo liada con escribir entradas que causen furor y tal vez algún día, Santiago Segura me lea y me contrate aunque solo sea para servirle el café.

Después de todo, creo que voy a dejar de escribir antes de quedarme completamente invidente y me voy a beber una copita de Lambrusco que mi querida family me ha servido.

No os emborrachéis aunque sea finde, pequeños miserables! El alcohol es un enemigo como Cole McGrath y Alden, como Star Wars y Star Trek, como Silvester y Piolín, cómo... bueno dejémoslo.

Live Long and Prospere!

Canción del día: Fire with Fire de los Scissors Sisters.

Bye-Bee!

lunes, 26 de septiembre de 2011

Things I do for you

Saludos pequeños miserables!

Reconozco que hacía más de dos años que no iba a una boda y comenzaba a echarlo de menos. Bueno, la verdad es que  lo echaba de menos hasta que llegó la boda. Porque me he dado cuenta de que las detesto. Ninguna en especial sino a todas en conjunto. Siempre es lo mismo, como una tradición generación tras generación. Primero en el juzgado o el ayuntamiento, y la novia siempre tarda. Luego al banquete. A comer aperitivos que te inflan hasta vomitar, sobre todo a las yayas glotonas egoístas que te miran mal si coges la última croqueta de jamón. Y tu mientras, te sientes como una ladrona de croquetas de jamón y una rompe corazones de yayas. Luego, ¡a comer! En realidad es la parte que más me gusta porque comes comida rica y te sientes tan pija como en Pretty Woman. Lo malo es cuando olvidan tu nombre en la lista de mesas y te quedas mirando a todo el mundo con cara de "¿¡Por qué yo!?" A ver, no culpo a los novios porque entiendo que están ajetreados e histéricos y no sepan si han puesto a la pobre hija de sus amigos con la que no han intercambiado más de cuatro frases en toda su vida. Pero el momento de angustia chunga lo pasó una servidora. Oops! Sí, se me escapó, me pasó en esta última boda. Y opté por sentarme con mis padres. ¿El motivo? Me tenía que sentar con los jóvenes y la verdad es que aborrezco esa zona. Porque conoces a dos que ya son "befes" y pasan de ti y los demás hablan entre ellos y tu eres el Forever Alone del bodorrio.

Luego viene la tarta y te imaginas una especie de pastel de cuatrocientos pisos cubierta de chocolate y nata, una fuente de fresas y frambuesas cayendo desde arriba y unos muñecos de los novios que cantan y bailan. Además de un valle encantado al lado de la tarta donde se está bañando un cisne rosa comestible.

Y cuando ves que es un simple y vulgar massini que encima no es ni de dos plantas sino que está dividido en diferentes tartas con dos muñecos de trapo y cartón pluma, entonces sientes que te derrites en el suelo y tu sueño del pastel con cisne rosa comestible se rompe en mil pedazos. Terminas comiéndote el massini con cara de cachorro abandonado acompañado de un café solo amargo hasta rabiar.

Cuando toca bailar... ¡Ah! Esa parte si que es genial. El vals de los novios, con la típica canción de Lucie Silvas, tan romántica, tan especial, tan impersonal, tan pegajosa... Y luego todos comienzan a bailar, que si Paquito el Chocolatero, No rompas más mi pobre corazón (jamás aprenderé a bailarla), Pasodoble, Follow de leader, La Macarena... Y si tienes un padre que le gusta más la disco que a un Cowboy una vaca, entonces apaga y vámonos. Porque será el último en abandonar la pista y bailará hasta quedarse sin pies. Y tu te quedas con las abuelas porque los zapatos te duelen a rabiar y tu madre pasa de ti como si no te conociera.

Adoro la bodas... cuando terminan. No cuando comienzan, ni en medio y mucho menos si fuera una boda gitana de tres días. Por eso lo dejo claro: yo me caso en Las Vegas disfrazada de Marilyn Monroe y él de Elvis Presley. Nosotros solos y nada más que solos. Y esa será una boda legendaria.

Os invito a que os coléis en las bodas y comáis gratis, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

Canción del día: Downbound Train de Bruce Springsteen.

Bye-Bee!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Not my day

Saludos pequeños miserables!

La razón básica de mi ausencia durante una larga semana en mi querido santuario del blog es simple: quería enriquecer mis entradas con cosas interesantes para poder quejarme e ir en contra de lo que vulgarmente conocemos como "sociedad". Llevo apenas una semana y media yendo a clase y ya necesito descanso y paz. Descanso y paz para escribir tranquilamente, escuchar música tranquilamente y vivir tranquilamente. Pero como eso no va a ser posible hasta que cumpla los sesenta años, pues apechugo y escribo lo que me va sucediendo.

De momento llevamos una semana y ya han faltado dos profesores. Ni primero ni segundo, aquí no se ponen las pilas ni los que cobran. Comenzar el día miércoles con una doble dosis de historia del arte para luego rematarte con historia de España es lo que yo llamaría un "atentado contra el cerebro estudiantil". Y si encima después del recreo tienes que quedarte callado con las luces apagadas viendo un improvisado Power Point que ni la profesora tiene idea de lo que trata, ya me dirás tu como puedo llegar a casa.

Pero si hay algo que verdaderamente acaba conmigo y con mi desgraciado escaso sentido de la cordura, es mi profesor de catalán. Un buen tío, al menos no parece una tía, pero bizco. Y no, no lo digo por burlarme de él ni mucho menos. Al contrario, valoro que el caballero se atreva a meterse en una jaula de adolescentes que encuentran graciosísimo y divino de la muerte, tanto como para salir en Just for Laughs, que se te caiga la tiza al suelo. Mi preocupación más estresante es cuando comienza a explicar algo y se va moviendo por la clase, porque no sé si me está mirando a mí, a mi compañera o al de la otra punta. Por eso tienes que estar en guardia. "Vigila tu espalda". Bueno, supongo que me iré acostumbrando a eso, aunque ahora mismo tenga cara de estreñida cada vez que me mira o gira la cabeza cada vez que se dirige hacia la zona de la clase donde me siento.

¡Ahora que me acuerdo! Debo expresar mi máxima indignación hacia la profesora de Historia del Arte que nos ha hecho comprar el dichoso libro y ahora dice que no lo vamos a utilizar. Doy detalles: Libro de más de 300 páginas, tapa dura ¡y! valorado en cincuenta euros. ¿Cómo narices no voy a estar indignada? ¡¿Sabéis la de cosas que puedo comprarme en el Salón del Manga con cincuenta euros?! ¡¿Sabéis cuantos vinilos y cd's puedo comprar con esa pasta?! Así que aquí estamos, luchando porque nos devuelvan nuestro dinero al más puro estilo Revolución Industrial (Séh, se nota que estamos aprendiendo de eso en historia ¿verdad?)

Pero no estoy haciendo nada malo, solo quiero que se me devuelva lo que me corresponde legítimamente. Es mi pasta, es mi herencia, son mis caprichos. Y si no soy la niña más caprichosa de Arkansas City, debo ser una de las primeras en el Top 10. No es mi culpa; soy hija única y consentida en consecuencia. Y mis padres son felices consintiéndome. Y yo más feliz que ellos aun ¿Eh, eh, eh?

Dicho lo cual me despido a golpe de teclado con determinación y alevosía (¿O era premeditación y alevosía?) ¡Qué importa! I am the Nerd Machine.

Disfrutad de lo que queda de semana, pequeños miserables! Yo intentaré no asesinar a el profesorado de mi instituto.

Live Long and Prospere!

Canción del día: Malagueña Salerosa de Chingón.

Bye-Bee!

domingo, 11 de septiembre de 2011

Where's the show?

Saludos pequeños miserables!

Los nervios colapsan mi cuerpo y mis sentidos al pensar en el día que será mañana. Efectivamente, lunes. Pero a parte de ser un lunes, no es un lunes odioso cualquiera. Es EL lunes. El día que comenzará todo de nuevo, como  si fuera una película de el Planeta de los Simios. Porque los alumnos-simios deben volver a sus tareas. Y la tarea de esta humilde escritora de blogs empedernida tiene que volver a levantarse a las seis y media de la mañana, vestirse sonámbula, alisarse el pelo, ponerse las lentillas (bueno, si estoy muy muy muy, lo que se dice muy vaga tiro de gafas) desayunar viendo el Teletienda e irse a pillar el tren, el cual estará repleto de seres rutinarios, con los mismos aburridos trajes y las mismas cansadas y vacías miradas como si hubiesen salido todos de la misma fábrica de Mattel. Parecen zombis la mayoría, porque ni se dan cuenta de tu presencia aunque te hayan pasado por encima con sus zapatos de mercadillo o te hayan clavado el bolso hasta las entrañas. Solo se dan cuenta de que existes cuando estás delante de la puerta de salida de la parada que a ellos les interesa. Para eso sí, para insultarte, mirarte mal y decir: ¡Qué maleducados son los jóvenes de hoy en día! Para eso sí que están pendientes e interesados. Ahora, cuando ellos te lo hagan a tí, ¡Un respeto, hombre! ¡Qué maleducados somos los jóvenes de hoy en día!

Pues debo decir que eso es mentira, y más que mentira, un bulo como una casa de campo en los Alpes austriacos en plena segunda Guerra Mundial. Porque los adolescentes, cuando vamos solos, somos invisibles. Queremos estar solos y nadie se da cuenta de nuestra presencia aunque estornudemos once veces seguidas. Porque no nos interesa que nos digan nada, ni que una mujer que no tiene ni cinco años más que yo me pida mi asiento porque está cansada. ¡Leñe! ¡Yo también, nena! Y sin tan cansada estás, no lleves a trabajar esos zapatos que parecen más de gogó de discoteca que de oficinista o ayudante de la ayudante de la secretaria del ayudante del director, ¿no?

Debo reconocer, que cuando vamos en grupo la cosa cambia. Sí, lo reconozco. Pero no todos somos tan ruidosos como los niñatos que se suben en Plaza España y se creen muy cools por ello. Y comienzan a hablar en voces, a montar jaleo y a explicar sus interesantes e instructivas vidas a sus colegas y a medio vagón. Sí, ya sabéis, cuando hablan de con cuántas tías se enrollaron el pasado finde o de cuántos tíos le tocaron el culo y le invitaron a un cubata en la discoteca cutre de su pueblo en solamente una noche de fiesta. Y cuando se ponen así y tu subes el volumen de tu iPod al máximo con tal de no llegar a la fase "borrachera absoluta" y te concentras al máximo en el libro que tienes delante de tí, es cuando más te enteras de lo que no te quieres enterar. Entonces se bajan en la siguiente parada y tu sonríes con alivio mientras de das cuenta de que tu iPod estaba apagado.

Tal vez a vosotros no os haya pasado nunca, pero como aquí la que escribe cosas es la menda y a la menda le han pasado aventuras por doquier en los trenes y el metro, pues cree que le pasa a todo el mundo. Matrimonios de abuelos que juntos tienen más años que la Pedrera que te preguntan cuatro veces si para en Catalunya, cuando ¡Señores! ¡Se han subido en Catalunya!
O chicos calvos borrachos que se te acercan y te dicen que les suenas y no paran de mirarte diciendo: ¡Sonia! ¡Paquita! ¡Raquel! ¡Bárbara!

NO, NO, NO, NO, NO Y NO!

Mañana es un día fatídico para las masas de estudiantes. Y fatídico para esta pobre miserable que tiene que soportar una horda de zombis de camino a su estupendo bachillerato. Menos mal que no lo tengo que soportar sola.

Buen desahogo pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

Canción del día: Chick Habit by April March

Bye-Bee!


Fighting en el nuevo cole, Teresica rica! Fighting!

viernes, 2 de septiembre de 2011

I was walking with a ghost

Saludos pequeños miserables!

Me encantaría decir que estos días en los que me he ausentado y no he podido desahogarme a base de palabras más enrevesadas que el pelo de Tina Turner en Simply the Best han sido porque he estado disfrutando de lo que queda del verano. Pues no, la verdad es que no. A ver, disfrutar he disfrutado. Lo que pasa es que mi manera de disfrutar no es la misma que la mayoría de los muchachos de mi edad. Ellos van a la playa a que les piquen las medusas y a freirse más que un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor de Madrid. En cambio, yo prefiero quedarme en casa de una amiga a inflarnos de ver animes hasta morir de desesperación. Ellos prefieren irse de botellón, discotecas ectecé y yo prefiero irme a pescar por la noche. Eh, para eso sí que mola la playa. Bueno, en fin, que me apetece más quedarme jugando a matar zombies en la Play gracias al maravilloso amor de mis amores virtuales favorito, John Marston de Read Dead Redemption junto con una ración doble de melocotón bien fresquito que estar en compañía de entes de dudoso raciocinio. Y así podría pasarme el día entero, sintiéndome más cómoda entre zombies que lo único que quieren en zamparse hasta mis dientes que con personas que no soporto y que piensan que me caen bien. No soy falsa, ese es el problema. Y cuando estoy incómoda u aburrida, se me nota muchísimo. Porque a mí no me va lo de irme a un Centro Comercial y entrar en las tiendas de ropa, cogerme ropa que jamás me pondría, meterme en el vestidor y hacerme fotos con dicha ropa. No estoy en contra de las y los que lo hacen, pero yo no lo haría. Y he tenido que sentarme muchas veces en el banquillo esperando a que salieran de su increíble sesión de fotos profesional jugando a Doodle Jump. Y yo, para eso, no salgo. Soy casera, se me nota. Sí señor, soy casera.


Cambiando de tema porque ya no hay más que añadir al respecto, hoy quería hablaros de mi pequeña miserable favorita, o al menos la que más me insiste y me alaba cada vez que publico una entrada nueva. Se llama Tere. Bueno, no se llama así en la realidad, pero yo la llamo Teresica rica y ella me llama Maru. Lleva conmigo desde los siete años, cuando llegó nueva a clase y todas la odiaban porque se hizo novia del "guaperas" de la clase. Guaperas para ellas, porque a mi el niño me daba cien mil patadas en el hígado y otras cien mil en los riñones. Vamos, que no era lo que se dice mi tipo. Cuando se hicieron novios, fui la única niña que se juntó con ella y con su amado maromo para pasar la hora del patio y el comedor juntos. Porque a mí no me importaba y a ellos tampoco. Lo que yo no me imaginaba, es que Tere se acordaría de aquello, porque yo no lo recordaba hasta que ella me lo dijo. Supongo que las buenas acciones siempre quedan grabadas en la mente ¿no? Y las malas quedan grabadas a fuego lento en un horno de panadería profesional.

Tere es una de las personas que más he querido, quiero y querré hasta que un delfín se plante en mi camino y me diga que es ella reencarnada. Bueno, no creo en la reencarnación, pero es un decir. Es buena persona, da unos consejos increíbles, nunca se enfada por mucho que le haga la puñeta quince veces al día horas extra escolares a parte y tiene unos gustos geniales. Lo sé, es tan friki com yo. Pero sabe estar en su sitio y parecer de todo menos friki cuando tiene que ser. Si hay algo que me molesta de ella y me molesta mucho, es cuando no confía en sí misma y muestra lo poco que se quiere. Eso me repatea el hígado y los riñones x5.

 No me molesta, aunque a veces la estrangularía, pero es tremendamente despistada. Más que yo, que ya es decir. Perder la T10, robarle el bolso con la Game Boy, el iPod y la cartera o dejarse absolutamente todos los libros en casa y no traerse más que una libreta y un porta minas. Así es ella, así es mi Teresica.

¿Que a qué viene lo de Tere y Maru? La respuesta se llama emoono.com, un chat cutre para emos (principalmente de Sud América) en el cual nos pasábamos todas las horas de periodismo y TR. Incluso creamos una cuenta de correo electrónico propia para todos nuestros "amiguitos" de dicho chat. ¿Era maruytereforever@hotmail.com? Ni me acuerdo, porque no entramos ni siquiera una maldita vez.

Te voy a echar de menos este curso mi querida Teresica. Te voy a echar un montón de menos. A tí, a nuestras canciones de camino a la estación, nuestro "Shut up bitch, I'm tryin' to talk!", nuestras discusiones con ya sabes tu quien sobre la verdadera pronunciación de Sasuke  y muchas otras cosas. Lo dicho, te quiero un montón.

Basta ya de sentimentalismos leñe!

Live Long an Prospere, pequeños miserables!

Pregunta: ¿Por qué Bunbury, en sus principios con Héros del Silencio me parece una imitación española cutre de Axl Rose?

Que conste que me encanta Héroes y más aun Bunbury, en simplemente mi perspicaz mente que no puede estarse quieta ni un solo instante.

Bye-Bee!

Canción del día: Llueve sobre mojado - Joaquín Sabina y Fito Páez. Por tí.

lunes, 29 de agosto de 2011

Fake it!

Saludos pequeños miserables!

Os escribo desde mi querida habitación en la que no suelo aparecer nada más que para dormir. Normalmente suelo estar en la sala o en la habitación de mis padres para chinchar un rato. Pero hoy he decidido encerrarme en la habitación para escribiros algo deleitoso o al menos con poco sentido común como de costumbre.

Estoy observando mi guitarrita eléctrica preciosa a la cual llamé FroGG desde el momento en que la compré. ¿Por qué? Eso jamás lo sabréis, básicamente porque no lo sé ni yo. Podía haberse llamado Uva de Almendra y hubiese seguido sin saber el motivo. El caso, es que llevo tiempo sin tocarla y me siento mal. La tengo abandonadita a la pobre y siempre que me pongo a tocarla, sucede algo que me hace volver a colgarla y ponerme con la tarea. Por ejemplo, un nuevo capítulo de Bob Esponja en Nickelodeon o un nuevo caso de Chuck en Calle 13. También siento impotencia porque mi tío me regaló un precioso pedal nuevo y aun no entiendo como funciona porque perdí el manual. Sí, lo sé, mea culpa. Pero ya estoy arrepentida. ¡De verdad! ¡Quiero mi manual! En fin, que siempre hay algo que me agua el plan y no me alegro de ello, la verdad.

Cambiando de tema, odio los autobuses. De verdad, los odio a muerte, desde la primera vez que me subí a uno y me mareé más que subida en el Dragon Khan diez veces seguidas. Y es que la culpa la tiene simple y llanamente el maldito conductor o conductora (cada vez se ven más mujeres al volante de estos vehículos y eso me parece estupendo) del autobús. Hijo/a mía de mi vida entera ¿No eres consciente de que no llevas un Porsche 911 si no un monstruo con más de veinte personas dentro con el estomago tan revuelto como el potaje de mi abuela? ¿No eres consciente de que tomas las curvas como si estuvieras en el circuito Nascar pero con un vehículo el triple de pesado? ¿No eres consciente de que cuando frenas bruscamente, el potito que se está comiendo el niño que tengo enfrente acaba incrustado en mi gaznate? ¿No eres consciente de las abuelitas encogidas y jorobadas que me clavan en la espalda sus arrugadas manos y sus perfectamente pintadas y afiladas uñas cada vez que tú agarras la rotonda como si fuera una barra de streaptease?

Por eso odio los autobuses, por eso y por muchas otras cosas que ahora mismo no recuerdo porque ya estoy con urticaria solo de pensarlo. Tampoco me gusta el metro, sobre todo cuando se llena y los turistas te pegan patadas con esas pedazo de maletas Samsonite para que les dejes un espacio que no existe. El olor, el calor y el ambiente del metro tampoco me gustan. Supongo que tener algo de Claustrofobia no ayuda ¿verdad? Además, no se si os pasa, pero cuando cojo la Línea 3 en Sants me da la sensación de que se me va a caer el techo encima cuando paso por delante del cantante de Country cutre del pasillo. Cuando su voz ronca y estática resuena por todo el condenado lugar y siento que me vibran hasta las puntas abiertas del pelo, ahí siento que ha llegado el fin. Nunca sucede nada y yo me alegro de ello, pero sé que siempre me pasará lo mismo. Tal vez la solución sea cargarse al cantante de Country ¿no creéis pequeños miserables?

Live Long and Prospere!

Canción del día: Remedy de Seether (Una pasada de banda! La recomiendo encarecidamente!)

Bye-Bee!

domingo, 28 de agosto de 2011

Celebration

Saludos pequeños miserables!

Me pregunto cada día cuántas personas realmente leerán lo que escribo y no me dicen nada. No creo que haya de qué avergonzarse, si escribo cosas frikis para la gente, no tienen que tener miedo de ser frikis. Ser friki no es malo porque si no yo no tendría una mente ingeniosa como la que afortunadamente poseo. Por eso, si alguien lee mi blog y aun no me lo ha notificado, decídmelo porque me haría una ilusión bárbara no vivir en la ignorancia.

Mientras escribo voy actualizando la música de mi MP3 o MP4, la verdad no tengo ni idea de la diferencia. ¿Se escucha la música? Entonces perfecto, no necesito más. La verdad, es que en móvil tengo cantidad de juegos y siempre termino escuchando música o jugando a Doodle Jump. Maldito juego viciante. Voy batiendo récords cada día y me siento tremendamente orgullosa de mis hazañas como jugadora Doodler profesional. En fin, que tengo cantidad de juego, incluso me compré el Assasin's Creed para el móvil, y solo voy por la parte dos. También tengo el 3 en raya, pero siempre me gana la dichosa maquinita así que me resigno y paso de jugar. Qué más, qué más... ¡Ah, sí! Tengo un juego de la Lara Croft super mega chachi de la muerte pero tampoco he querido continuar con la misión. En definitiva, me quedo con Doodle Jump.

He borrado cantidad de música que no escuchaba y he puesto más de la que me apetece supongo que por el tiempo. He borrado McFly (Ni siquiera los escuchaba), algo de música comercial de este nuestro año 2011 y he optado por más disco de los 60, 70 y 80. Sobre todo, más Kool & the Gang y Eddy Grant además del fabuloso opening the Big Bang Theory. Bueno... también reconoceré que me he puesto la canción de Víctor Sandoval "Nachopolízate". Bueno, ¡Y qué más da! Si la canción mola y Víctor mola, no hay que temer a las masas furiosas amantes del Guetta y sus amiguitos LMFAO o la Rihanna masoquista de pacotilla. A mí la gente no me importa mucho, cierto es. Pero sí me pone de los nervios que me miren o hablen entre ellos de mí cuando estoy a menos de un metro. Me pasó el otro día, (bueno, quien dice el otro día dice hace seis meses) en el H & M de Barcelona mientras estaba con mis amigas en la cola. Dos chicas no paraban de mirarnos y hablaban entre ellas señalándonos pensando que, tal vez, no nos íbamos a dar cuenta de sus cotilleos de pacotilla. Y cuando una de ellas volvió a mirarnos y yo le clavé una mirada entre asco y mucho asco, no volvió a decir nada más y mucho menos a mirarnos. Y yo, más feliz que un ocho.

Otro día recuerdo que iba sola por la calle, escuchando a la gran Simone Simons cantando Sancta Terra cuando escuché la maldita canción del Daddy Yonki o alguno de esos a plena voz (osea que la gente no sabe de la existencia de los auriculares) y encima con dos móviles a la vez. Cuando pasé por su lado y puse la música a tope en mis preciosos Skullcandy para que me escuchase y lo miré con cara de "o-quitas-eso-o-te-juro-que-te-arrepentirás" ¡quito la música! Yo sonreí complacida. Bueno, luego dijo: ¡Ostia que es chunga!

Y ahí me arruinó mi momento de gloria. ¿Soy chunga? ¿Qué es chunga? Supongo que todo menos lo que es él. O a lo mejor tengo pinta de escuchar a los Chunguitos. Bueno, reconozco que algunas veces caen, pero no siempre y menos todos los días.

Lo dicho, pequeños miserables. ¿Sois chungos? Pensad en ello.

Live Long and Prospere!

Canción del día: Ring My Bell de Anita Ward.

Bye-Bee!

miércoles, 24 de agosto de 2011

It's 3 in the afternoon

Saludos pequeños miserables!

Vale, necesito que alguien me responda a una pregunta importante. ¿Por qué narices una mutua no tiene teléfono fijo para llamar? ¿Cómo es que solo puedes llamar a un móvil? ¿A dónde se va a ir el Centro Médico? ¿Al Hospital? No fastidies... Y encima el otro número al que puedes llamar es un maldito 902. Si no tengo saldo para llamar al móvil, no tengo que gastármelo en un dichoso 902!

Total, dejando las injusticias a parte y poniéndolo en manos de manifestantes indignados con más carácter que la Duquesa de Alba (que ya es decir) estoy lista para hablaros de algo terriblemente interesante. Mi ex amiga cani, de la que os hablé el otro día, super maja y tal pascual, me ha agregado a Facebook. ¡Tengo miedo pequeños miserables! ¿Se habrá enterado? ¿Querrá matarme? ¿Comenzarán a agregarme canis furiosos para convertirme en lo que más odio? Los canis no son mala gente, bueno al menos prefiero decir eso no vaya a ser que alguno de mis pequeños miserables lo lea y se sienta decepcionado conmigo. Bueno, la verdad es que lo dudo bastante. Pocos canis se pasarían por el blog de una aburrida estudiante que escribe más en una sola entrada que ellos en toda la ESO.

Hace un tiempo, me inventé un programa de identificación de canis que ahora la CIA utiliza para sus misiones especiales. Bueno vale, la CIA tal vez es demasiado, pero la Polícia Local sí. Bueno vale, tal vez sigo exagerando un poco y solo lo utilizo yo. No importa, yo valgo más que la CIA, el FBI, La Pasma y Patrick Jane juntos (sí, mis aires de grandeza van mejorando con el paso de los días. Gracias por preguntar).

Mi técnica de identificación de canis (T.I.C.) es sencilla. No necesitaréis más de cinco minutos para saber manejarlo tan profesionalmente como yo. Consiste en cinco datos, los cinco puntos de las canis:

1. Piercings de oro - Normalmente en el bigote y lengua
2. Pendientes de maxi aro -Normalmente si son canis pobres los compran en el chino de la esquina de su calle. Colores variados, pero abunda en verde moco y el rosa chicle y el de oro falso descascarillado. Las canis con un nivel económico superior los compran de oro. Contra más gruesos, mejor cani será.
3.Rabillo del ojo a lo Amy Whinehouse de barrio -Ya sabéis, solo le quedaba bien a la Amy.
4.Leopardo -Estampado de leopardo hasta en el tanga del mercadillo de los miércoles al más puro estilo "Chica Salvaje".
5. Crucifijos y cosas religiosas o idolatrías máximas -Pulseras de las vírgenes (solo en los mejores chinos) crucifijos de plástico (de nuevo en el chino) y subiendo de nivel nos vamos a los anillos y colgantes de Camarón, del Barça o el Real Madrid, Cruces y Cristos que dan más mal rollo que el Monstruo de la Casa de los 1000 cadáveres.

¿Qué os parece? Un rollo barato supongo. Pero esos son los efectos del aburrimiento máximo que siento cuando me castigan sin ordenador, tele o play. Ojalá algún día lo pongáis en práctica y yo pueda patentarlo para que me deis pasta pasta cada vez que lo utilicéis. Por cierto, acabo de ser consciente de que los chinos son el lugar de entretenimiento y Shopping Center principal de los killicos.

Me despido con una pregunta existencial:

¿Por qué Espinete va todo el día desnudo y para dormir se pone pijama?

Pensad en ello mientras yo decido si aceptar a mi ex choni amiga o no, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

Canción del día: Brown Eyed Girl de Van Morrison

Bye-Bee!

sábado, 20 de agosto de 2011

Punk Mafia

Saludos pequeños miserables!

Me encontraba un día como hoy en la playa pasando el día con mi familia, raro en mí os lo aseguro, leyendo por enésima vez el Fanzine de Death Laugh (Comedia de Death Note). Es brillante, todo hay que decirlo y no paro de reírme en las mismas viñetas con las mismas frases y las mismas chorradas. Mientras leía, escuchaba al gran James Brown, pensando de qué planeta había venido aquel hombre para ser como era. Porque aunque se le iba un poco la mano con las mujeres, y eso no lo justificaré jamás, era impresionante. Lo que tuvo que ser verle en directo... Total, mientras leía, pensaba en Brown, me reía, cantaba el estribillo de Superbad y estaba un poco por mis primos y otros seres de mi innumerable familia, he visualizado a alguien conocido. Y no, no era un famoso. Tampoco era de mi familia, porque mi abuela estaba a mi lado recogiendo pechinas y mis primos estaban más arrugados que un garbanzo en conserva. Era una antigua amiga del colegio, de cuando iba a primaria. Hacía tiempo que no la veía, desde que me largué de mi querido ex Instituto claro. Ella también me vio a mí, pero no me dijo nada, ni siquiera hizo un gesto elevando la cabeza  p en señal de que me había reconocido a pesar de las gafas de sol, el pelo rizado por la humedad (claro, es que era la playa) y mi cara de WTF. Sí, yo también uso la expresión WTF. Un nuevo dato para vuestra libretita de apuntes, señores.

Normalmente la gente cuando lleva mucho tiempo sin verse, hace aunque solo sea, un mínimo esfuerzo por saludar, aunque solo sea elevar una ceja o estirar los labios intentando hacer una mueca en forma de sonrisa mínimamente amigable. Pues no, ni yo le hice gesto de saludo alguno, ni ella pareció tener ganas de dar el primer paso. En conclusión, no nos saludamos y pasé el resto del playero día mirándola de reojo recordando los viejos tiempos. La verdad, es que ahora me da un poco de pena la chica. Vosotros me entenderéis; se ha vuelto cani. Cani, choni, killa... como queráis llamarlo, eso. No diré su nombre no vaya a ser que venga a mi casa a aniquilarme El Escuadrón Asesino Canivoro Letal (¿Lo pilláis, no? Canívoro, de Cani! Fuah! Si es que tengo una mente privilegiada). Bueno, estoy desvariando como siempre. En resumen, no me atrae que la Cani Pandi de mi ex mejor amiga venga a darme un ultimátum o a amenazarme con asesinar a mi preciosa planta de Albahaca, regalo de mi querida abuela a cambio de mis disculpas. Y como además me gusta ponerles nombres a los susodichos a los que mento, pues ahí va el nombre de mi ex mejor cani amiga: Norberta.

Norberta no era muy amiga mía al principio. A ver, era colega. Yo es que era amiga de todo el mundo, no solía llevarme mal con nadie, excepto con las niñatas con las que Norberta se juntó. Yo iba con otras, así que hablábamos de vez en cuando pero nada llegaba más allá de eso. Un día, mi amistad con mis super amigas estalló. ¿Y sabéis por qué? Pues porque yo era tan extremadamente guay (Sí, modestias a parte muchachos) que no me importaba hacer lo que me diera la gana y que los mayores pensasen de mí lo que quisiesen. ¿Qué me importa uno un curso mayor que va a terminar trabajando de quitachicles en mi portería? No, no me importa en absoluto. Total, un día en medio del patio, mis super friends se largaron sin decirme nada y echaron a correr. Y yo, como no tenía ganas de ir tras ellas, me quedé sentada en un pequeño muro de madera haciendo formas con mis manos en el sol. Justo ese mismo día, Norberta pareció discutir con sus super friends, así que cuando nos enteramos de lo que nos había pasado la una a la otra, decidimos ser mejores amigas y pasar de todo. En esa época, era muy importante lo de la mejor amiga. También era más sencillo que ahora, es cierto. Yo le contaba mis rollos y ella me contaba los suyos. Me chivé de que a mis ex mejores amigas les había venido la "mestru" y ella se fue chivando a todos los mayores. Vendetta, sweet vendetta...

Norberta y yo entablamos una buena amistad de mejores amigas durante unas tres semanas. ¿Qué fue lo que lo truncó todo? Una frase que me dijo que me sentó como un plato de macarrones con salsa tártara. Estábamos en el patio, hablando de nuestros rollos cuando yo le dije que si quería escribir mejor y no cometer faltas de ortografía, leyese más libros. Entonces Norberta va y me suelta: "Sí, tienes razón. Así nuestra amistad crecerá. Yo tengo que leer más libros y tu tienes que adelgazar más".

Y ahí me quedé Poker Face además de WTF. Pero vamos a ver niñata escuálida de las narices, ¿Tú quién te crees que eres para decirme a mí que adelgace si tenemos ocho años? Que tu seas una muerta de hambre y que yo comparta contigo mi bocadillo de jamón york porque tu solo has tráido un Doowap y tengas que darle la mitad a tu hermana pequeña no significa que lo hiciera por una dieta, si no porque me dabas pena ¿Vale? Pena y más que pena, ascopena.

Nuestra amistad finalizó ahí, aunque nos hablábamos de vez en cuando. Yo recuperé a mis super friends y ella a las suyas. Luego entramos en el insti, se volvió cani y me la encontré en la playa. The End.

Echar la vista atrás es bueno a veces, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!

Canción del día, Sex Machine del maestro Brown.

Bye-Bee! (Sí Teresica, me hago una idea de por qué te suena...)

viernes, 19 de agosto de 2011

Vodka N' Roll

Saludos pequeños miserables!

Me encanta Juliette Lewis, tanto como actriz como estrella del rock. Una chica que vale para todo en realidad. Y más la quiero cuando tiene el honor de trabajar con el gran Tarantino y el perfecto Rodríguez. Sí, reconozco que son mis directores favoritos además de Eli Roth y Tim Burton y que me encanta ver películas suyas, sobre todo cuando hacen alguna aparición de menos de diez minutos, como en Planet Terror, Malditos Bastardos, Pulp Fiction o Death Proof.

Pero lo que hace especial a la gran Juliette Lewis es que, además de ser espectacularmente preciosa, es capaz incluso de parecer una cría cuando ya tiene más de veinte años. No me diréis que en Abierto hasta el amanecer la chica no parece tener ni diecisiete años! En definitiva, es fantástica. Y encima aparece en el GTA haciendo de comentarista de radio y debo decir que lo hace estupenda y divinamente a la vez que sale en el video clip de HIM o colabora con The Prodigy. Juliette puede hacer lo que sea cuando sea.

Aunque cuando pienso en ello soy consciente de que son artistas y la mayoría de los artistas, al menos los que valen la pena, pueden hacer lo que sea. Otro claro ejemplo lo encuentro en Nicole Kidman. Para mí, la mejor actriz del mundo, antigua, actual y futuramente. Es perfectamente capaz de hacer lo que quiera, cualquier papel lo borda. Pero si tengo que elegirla, es especialmente perfecta en las películas en las que ella descubre cosas y tiene que enfrentarse a ellas sola. Mi película favorita de la Kidman tal vez no sea la más conocida, a lo mejor ni siquiera la conocéis, pero a mí me parece genial. "Las mujeres perfectas". Supongo que el argumento de la película también es brillante. Porque todo lo que haga esa mujer, aunque sea actuar en la función del colegio haciendo de árbol, lo hace perfecto. Porque ella es... Nicole Kidman.

Si tuviera que escoger a mi actor favorito, supongo que la cosa me cuesta bastante más. Porque a mí me gusta el trabajo del actor en sus primeras películas. Es decir, entiendo que a medida que van rodando más y más, aprenden más y más. Pero lo que hace ver cuánto vale un actor o un músico o en definitiva un artista, son sus primeros pinitos. Pensemos por ejemplo en Christoph Waltz, que debo reconocer, me tiene loquita perdía. ¿Alguien se acuerda de él antes de aparecer en Malditos Bastardos, haciendo de el imponente, loco y nazi Coronel de las SS Hans Landa? Yo creo que no. ¿Alguien valora el maravilloso trabajo que hizo Waltz en Catherine the Great? ¿Alguien valora al gran Waltz haciendo de patético Louis en Falling Rocks? Vale, reconozco que no es una gran película, y el final es una auténtica basura, pero... ¿No es en esa clase de basura-pelis en las que se ve si ése actor valdrá la pena?
Y ahí lo tenemos, ganador de un Óscar y haciendo de co-protagonista en Agua para Elefantes. ¿Agua para elefantes? Bah, seguro que casi nadie se ha dado cuenta. Estabais todos demasiado ensimismados mirando al mocoso, casposo e invertebrado Robert Pattinson que no tiene más mérito que hacer de vampiro escuálido con sentimientos de Heidi. ¿Dónde queda los sexys vampiros Pitt y Cruise? ¿Y el magnífico y pobrecito mío Quentin en Abierto hasta el amanecer? Porque mi Tarantino puede hacer lo que sea, ¿Entendido? Lo que sea.

Dicho esto respondo a la pregunta de mi actor favorito: 'Til Schweiger. ¿Quien? No voy a deciros nada más de él. Si acaso os interesa, buscadlo en Google.

Hasta otro día, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!


Canción del día: Respect de la gran Aretha Franklin.

Bye-Bee!

martes, 16 de agosto de 2011

Haushinka

Saludos pequeños miserables!

Volver a ver a un ser querido después de tres meses hablando nada más que por Facebook y alguna que otra videollamada de vez en cuando, es algo genial. Aunque no hayamos podido pasar mucho rato hablando ni contándonos nada, ha sido agradable ir al aeropuerto a recogerla. Koala, te quiero y mucho.

Sentimentalismos aparte. Hoy voy a hacer algo que nunca creí que haría, o al menos no sin un par de litros de Nestea recorriendo mis venas como si se tratase de un circuito Nascar en pleno campeonato. Voy a explicaros el por qué de mi amor hacia Green Day. En una de mis primeras entradas confesé, aunque solo di un pequeño adelanto, el motivo principal; un chico. En fin, que las chicas somos muy pavas a según qué edades o más bien a todas, solo que lo vamos disimulando con los años. No diré el nombre del chaval, porque ni siquiera se merece que lo mente después de 4 años imaginándome como sería mi vida con él al lado como esposo. La verdad, es que una chica con un poco de gusto lo hubiera visto más como un hermano pequeño al que llamaría "Mocoso", que como a un amor hormonal. La primera vez que lo vi, fue cuando nos pusieron en la misma clase y dijeron su nombre. Me quedé como una estatua de sal con los ojos clavados en aquel niñato con dientes algo sobre salidos.

Y ahí comenzó la historia de amor de la chica patética de doce años que hacía lo que fuese porque el niño al que llamaremos Eladio, se fijase en ella aunque solo fuera para decir: "Oh! Qué chulas tus bambas!" o tal vez "Vaya! ¿Te gusta Snoop Dogg?". Llegué a comprar un cd de Snoop Dogg solo para enseñárselo y que me dijera "Ualaaa!". La verdad, es que ahora que lo pienso no sé lo que pretendía. ¿Una propuesta de matrimonio por enseñarle el nuevo cd que me había comprado? Pobre de mí y de mi ignorancia en temas amorosos. La vida no es como en los animes shojo que veo... cada vez lo tengo más y más claro. Y ahora, por su culpa, odio a Snoop Dogg.

Total, seguiré contando. Una de las clases en las que Eladio y yo más charlábamos era en clase de música. Una profe enrollada, amante de Alan Parson y George Michael.con la que tenía un buen rollo impresionante. Yo era (y soy) muy ochentera en cuanto a lo que asuntos musicales se refiere y por lo tanto congeniábamos y siempre terminaba haciendo algo que yo quería. Total, la super profe a la que hoy en día sigo alabando, propuso hacer un karaoke. Cuando nos enteramos, todos nos quedamos más blancos que la leche. Y cuando llegó el día de cantar, la leche incluso de cortó. Bueno, la verdad es que a mí siempre me ha gustado llamar la atención para qué negarlo (no hay más que verme vestida un lunes a las siete de la mañana) pero aquel día me preparé la voz como si mi vida dependiera de ello. Canté Girl de las Destiny's Child y la canté genial. La gente incluso decía que tenía la misma voz que Beyoncé. A lo mejor soy su nueva doble como el Shakiro ese. Total, que la canción me salió genial, todos me aplaudieron y yo me sentía como la única lata de sardinas en escabeche del mundo; única e inigualable. Lo mejor llegó después, cuando terminó la clase y Eladio se me acercó. Aun recuerdo la conversación, grabada a fuego lento en mi cerebro.

-¿Te gusta Green Day?
-¿Qué?
-¿Que si te gusta Green Day?
Yo, intentando disimular mi ignorancia intenté parecer convincente. A ver, los conocía pero de ver los videoclips en el Flaix TV esperando que echaran a Sakura mientras merendaba. Digamos que no iba más allá de American Idiot y Holiday. Bueno, regresemos a la conversación.
-Eh, claro, claro. Son buenos.
-Si que lo son. ¿Te gustaría cantar una canción conmigo de ellos en el karaoke de la semana que viene?
En aquel momento, la feria de verano de mi cutre-pueblo, se produjo en mi estomago. Fuego artificiales, algodón de azúcar y manzanas de caramelo se mezclaron con el tiovivo del año de la Kika y con la montaña rusa de los sesenta. ¿Eladio y yo cantar una canción juntos? ¿Eladio y yo? ¡¿ELADIO Y YO?! No sabía ni lo que sentía. Sólo tenía claro que si me hubiesen pinchado, en aquel momento no me hubiese salido ni una gota de sangre.
-Sí claro que me gustaría cantar una canción de Green Day contigo, Eladio.
-¡Genial! ¿Conoces Basket Case?
-¿Cómo?
-Sí hombre. Basket Case. Es la más conocida.
¡Niño que estás hablando! ¿La más conocida? Por favor, si la canción era del 94. Yo me esperaba que me dijese Wake Me Up When September Ends o Boulevard Of Broken Dreams no la maldita Basket Case! Ahora me arrepiento de aquellos pensamientos, ahora que soy fan claro.
-Eh... sí, claro. Claro que la conozco.
-Entonces ensaya en casa que la semana que viene seremos el dúo Green Day.

Y allí me dejó, más tiesa que la pata de un canario después de un ataque al corazón. Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue meterme en el ordenador y buscar la dichosa canción. La escuché una vez y a la segunda, letra en mano (porque encima me gasté la tinta de la impresora en eso) me puse a aprendérmela. Tres cuartos de hora más tarde, me sabía la canción de pe a pa e incluso me sabía los riffs de guitarra y los tempos del maldito bajo. Y la semana siguiente, digna de felicidad, llegué a la clase de música. Eladio se me acercó y yo pensé en lo conjuntado que le quedaría el smoking negro con mi vestido de novia.

-¿Lo has traído?
-¿Traer el qué?
-Pues el cd. Pensé que ibas a traerlo tú.

Me mató por dentro y luego prendió fuego como a un vulgar establo. ¿Por qué narices tenía que traer yo el cd si él había sido que el me lo había pedido?

-Bueno, pues tráelo mañana y le decimos a la profe que nos deje ¿Vale?

Así que aquella misma tarde me fui corriendo al Discos Castelló de mi pueblo y compré el dichoso cd de Dookie. Y deseando que llegase en día siguiente, me dormí en un profundo sueño.

Nunca cantamos la canción. La mañana siguiente la profe dijo que ya llevábamos demasiadas clases con el rollo del karaoke y que debíamos dejarlo para otra ocasión. Y allí me quedé yo, con el cd en la mano y luchando por no derramar una lágrimita de tristeza y resignación.

Desterré el cd y me dediqué a escuchar rap depresivo el resto del curso. Si, por aquella época yo era de rap. Y ahora donde me veis, no pasa un solo día sin que escuche un poco de buen rock and roll o más bien algo de Trash metal para cargar pilas. En verano, saqué el cd de la estantería dónde lo condené a permanecer en cautividad por un tiempo indefinido. Abrí el pequeño álbum y miré la foto de los chicos. Debajo del rubio con un piercing en la nariz ponía: Billie Joe. Y con la ayuda de Google Imágenes, me enamoré. Ahora que me fijaba ¡Qué guapo era! Y ahí comenzó la "Obsesión Verde". Hace un tiempo deduje el por qué de mi obsesión: Billie Joe se parece a Eladio.

Pero como ese es un tema de debate y discusión cada vez que lo mento, no os voy a dar la oportunidad de arruinarme la confesión de hoy. Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuhhhhfffuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuh!!! Si hasta me siento bien y todo después de desahogarme.

Gracias por aguantar el sermón de hoy, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!


Canción del día: Basket Case de Green Day. (Por rizar un poco más el rizo)

lunes, 15 de agosto de 2011

Drunk!

Saludos pequeños miserables!

Voy a confesar algo que seguro que os pondrá los pelos de punta, que saldrá en las portadas de las revistas del corazón más importantes del país, como Pronto, Semana y El Jueves. Una noticia que espantará al mismísimo Charles Manson si llega a enterarse; Me encanta el Nestea. Ya ni siquiera puedo decir que me encante, es que es una  adicción, una droga increíble, incomparable, que ni el Ferrero Rocher de la Presley. No sabéis la de veces que he soñado con que me lanzaba en una piscina de Nestea e iba bebiendo a medida que hacía el pino y me lanzaba al estilo bomba. El mejor sueño de esta pobre criatura después de mi boda con Billie Joe Armstrong, Zacky Vengeance, Synyster Gates y M Shadows a la vez.

Tampoco lo considero un mal vicio, aunque como todo, si te pasas la pagas y cara. Pero bueno, mejor emborracharme a base de Teína que de alcohol con los amiguitos del botellón. Nunca he ido de botellón, y si soy sincera, nunca me ha atraído la idea de irme a la playa con veinte litros de Xibeca en la mochila y otros veinte en el estomago para ir calentando. No, eso se lo dejo a las generaciones que hay ahora y que vendrán. Yo, como diría el Sabina, me bajo en Atocha. O en mi casa, que es lo mismo en estos casos. No me atrae la idea de ir por la calle borracha a las seis de la mañana y luego salir en reportaje de Callejeros saludando a mi madre la cual se pensaba que estaba en casa de un amigo estudiando para el examen del día siguiente. Ese examen jamás existió, nada más que en la inocencia de mi confiada y querida madre. Y yo no le voy a fallar a mi madre por largarme a beber hasta morirme o coger un coma etílico en medio del paseo marítimo o en medio de la plaza del pueblo. Prefiero emborracharme en mi casa mientras veo alguna película de James Dean o de Mel Brooks con una buena ración de palomitas de mantequilla del Mercadona en una mano (Sí, de esas que pone que se hacen en tres minutos y luego no se hacen ni la mitad) y una botella de dos litros de un delicioso y refrescante Nestea de limón en la otra. (Y con pajita, eh! Nada de a morro!)

Ah, los pequeños placeres de la vida!
Eso es todo por hoy, pequeños miserables! Si un día gano el premio Pulitzer de Literatura os lo dedicaré a vosotros y a mi inocente madre que creyó que me iba a estudiar un examen fantasma. Amor de madre!

Live Long and Prospere, pequeños miserables! Live Long and Prospere!


domingo, 14 de agosto de 2011

By the Way

Saludos pequeños miserables!

Esta tarde he recordado un acontecimiento que nos sucedió hace unos meses al salir de clase a mis colegas y compañeras de fatiga y a mí. Íbamos dirección a la estación de tren cuando un tío se tiró por el balcón de un primero. La verdad es que al principio nos quedamos alucinando y estuvimos en estado de shock mientras la madre y la hermana del "proyecto de kamikaze" lo maldecían, chillaban y lo volvían a maldecir. Y es que si lo piensas fríamente, el tío era un patético integral, porque lo mejor viene ahora. Después de tirarse por el super edificio más alto de la Torre Eiffel y el Big Ben juntos ¡vuelve a entrar en su casa!

Está claro que si el colega buscaba el suicidio rápido, lo iba a encontrar ahora. No por su salto a la reja el monteño, si no por lo que le esperaría al llegar a casa con su querida e histérica madre y la chillona repelente y muerta de miedo de su hermana. Que la fuerza te acompañe hijo mío, hasta el fin de tus días en el primer piso de la casa de tu madre.

Y es que si me pongo a pensar, yo no sabría que hacer en una situación como esa. Si caminara por la calle y me encontrase a un hombre que intenta tirarse y acabar con su vida ¿qué haría? Bueno, hay algo que sí tengo claro: Me aseguraría primero de la altura a la que quiere tirarse. Si intentase tirarse desde un cuarto o un quinto o más bien desde un entresuelo o un primero sin ascensor. Porque si intentase esto último, no me esforzaría en subir, pues tengo claro que el tío no quiere morirse, más bien romperse una pierna o torcerse la muñeca para que el seguro se lo pague por daños morales o todos esos rollos que salen en "De Buena Ley".

En el caso de que intentase lanzarse desde un quinto y estuviera en mi mano evitarlo, supongo que subiría. Pero por el ascensor, claro! Ni loca me trago 150 escalones por un cobarde que quiere llamar la atención de su mujer, o porque le han despedido del tugurio de mala muerte donde trabajaba. Lo que no sé es lo que haría cuando me encontrase allí, a su lado. Siempre que veo películas, me doy cuenta de que el que sube también sale fuera. Supongo que es una buena técnica psicológica empleada por científicos americanos al estilo Sheldon Cooper en segunda fase de aprendizaje. ¿Y después? Supongo que seguiría mi instinto. Todo eso es cosa del directo y es inesperado, muy inesperado. A lo mejor estornudo y soy yo la que cae al vacío, rogando por escasos segundos que hayan llegado los bomberos y esté la colchoneta esa aguardando a mi caída. Y a lo mejor, con un poco de suerte, el suicida se caga de miedo y regresa adentro, teniendo claro que estaba jugando con su propia vida. Y yo sería una heroína y sería declarada "Orgullo de la Nación", "Patrimonio de la Humanidad" y me llamaría Sálvame Deluxe para hacer una entrevista con Kiko Hernández y el Matamoros. La verdad es que eso jamás sucederá, pero no ha estado mal fantasear por unos minutos ¿No? Mientras no me llame Interviú...

Bueno, la verdad es que ha sido un día de reflexiones interesantes, pero precisamente por eso, porque son reflexiones y no realidades, voy a dejarlas a un lado hasta dentro de otros tres meses en los que volveré a pensar en lo mismo aunque con algunos cambios incorporados, y voy a centrarme en el nuevo anime que estoy viendo: Yamato Nadeshiko Sichi Henge.

Gracias por soportar este monólogo improvisado de hoy, pequeños miserables! Os voy cogiendo cariño.

Live Long and Prospere!

sábado, 13 de agosto de 2011

Because she is... a parasite

Saludos pequeños miserables!

Llevo tres días con cansancio acumulado de no hace absolutamente nada. Creo que es el síndrome de el estudiante en agosto. No sé si sobreviviré cuando comiencen las clases... Volver a levantarme a las seis y media de la mañana! Nooooo! Prefiero tragarme capítulos repetidos de La Oveja Shaun antes que eso. Pero es lo que hay y no puedo hacer nada al respecto, no hay negocios que valgan.

Seguramente ni os acordáis, pero me siento obligada a cumplir mi promesa y daros vuestro salario diario (Uoh! Si hasta rima y todo!) En fin que aquí viene mi historia patética que no ganó ni un concurso de relatos cortos en un instituto suburbial de mala muerte. Quien sabe si luego me encuentro a Woody Allen dirigiendo a Carla Bruni con mi relato! Inocente cría que soy...



La miro. La deseo. La observo. La amo. Pero ella es un parásito.

Mis ojos se posan todos los días sobre su fino y tambaleante cuerpo. Aparto la vista y la recuerdo hace apenas dos semanas, cuando le pedí que viniese conmigo al baile de fin de curso. Parece que solo fue un sueño cuando ella aceptó con una hermosa sonrisa. Una sonrisa ahora incrustada en su piel. Pero ella no es feliz. Ella es un parásito.   La miro escondido des de una ventana, agazapado y alerta, pero sin olvidarla. Camina en círculos perpetuamente, como una atracción de feria. Esa es su rutina. A veces se para y observa, pero yo sé que en realidad no ve nada. Sus sentidos están atrofiados, solo busca alimento. Me busca a mí, porque yo no soy un parásito. Agarro la fotografía con fuerza y la apreto contra mi pecho. Se la hice hace apenas dos meses. Tengo esa foto grabada a fuego en mi mente. La recuerdo perfectamente. Aquella larga melena color heno ahora no son más que algunos mechones color ceniza. Esa piel bronceada por el vaivén del sol, ahora es carne fría, seca y pálida. Aquella hermosa cintura que agarré con nerviosismo por escasas horas, ahora permitía ver sus órganos internos destrozados por la mordedura de otros parásitos.

Se para y mira hacia arriba. ¿Me ve? Me agacho pero mis ojos siguen alerta, encandilados por su mirada. No tiene párpados. Aquellos hermosos ojos color miel, aquellas largas pestañas que se movían con una sensualidad exquisita, ahora me miran con algo parecido a la locura y la sorpresa.  Escucho un ruido que proviene de sus entrañas, algo parecido a un suspiro gutural. Una lágrima cae por mi mejilla la cual quito con mis dedos y mojos mis labios sintiendo aquel gusto salado. ¿Cómo había llegado a suceder? Aquello me carcomía por dentro y eso que no era consciente ni siquiera de lo que estaba sucediendo. Todo iba viento en popa. Mi smoking nuevo iba acorde con mis zapatos de salón y mi abuelo me había dejado su coche. Un Dogde de 1970 que había cuidado mejor que a su propio nieto.

-Un solo rasguño y tendrás que trabajar el resto de tu vida para pagarlo, chico –me advirtió mientras yo asentía nervioso y arrancaba el coche. Su casa era elegante, ubicada en un barrio residencial. Me abrió la puerta un hombre de cabello canoso y pipa en boca. Escuché como bajaba las escaleras mientras su padre sostenía una carísima cámara de fotos. Nada que ver con mi pobre Canon. Y allí estaba ella. Sonreía nerviosa y no era un parásito. Su vestido con escote de palabra de honor y mucho vuelo dejaba ver sus hermosas piernas hasta las rodillas. Un chal negro reposaba sobre sus finos hombros. Le puse la flor en la muñeca. Foto. Ella me puso la otra en el bolsillo de mi smoking. Foto. Nos agarramos del brazo y posamos. Foto.

-Estás maravillosa.
-Gracias –me contestó con aquella maravillosa voz. No volvería a escucharla nunca más. 

El baile fue perfecto y a las once y media la dejé en su casa. Las luces estaban apagadas. Nos quedamos en la puerta sin decirnos nada. Yo no quería dejarla y ella no parecía querer entrar.

-Lo he pasado muy bien. Gracias por invitarme Luca.
-Gracias por venir conmigo.

Sentí que se acercaba lentamente y besaba mi mejilla. Aquellos labios carnosos con los que soñaba todas las noches rozaron mi piel. Se apartó un poco. Nuestras bocas quedaron a escasos centímetros y se reclamaban. Yo di el primer paso y uní sus labios a los míos. Me lo devolvió al instante. Su boca era sabrosa, como aliento de vida. Nos separamos con lentitud mientras mis labios maldecían. Nos dimos buenas noches y ella entró en su casa. Me di la vuelta y sentí mientras avanzaba que millones de fuegos artificiales estallaban en mi interior. Escuché un grito desgarrado que provenía de su casa. Era ella. Entré sin siquiera pensarlo. Otro grito des de la segunda planta y una puerta medio abierta. No existen palabras en este mundo para describir lo que vi. Sangre por todas partes y una cama deshecha. En el suelo, ella. Su cuello desgarrado igual que la mitad de su boca. Aquel parásito, aquel maldito ser infernal era su padre. La cara llena de hematomas y sangre reseca mientras sostenía y se llevaba algo parecido a un hígado a la boca. Denotó mi presencia y comenzó a moverse en mi dirección. Eché a correr escaleras abajo lo más rápido que pude y llegué a la sala de estar cuando me atrapó y me caí al suelo. Intentaba morderme mientras yo le pataleaba su horrenda cara llena de purulentas heridas y pestilente aliento. Mis manos se toparon con el atizador de la chimenea. Le golpeé con fuerza atravesándole la cabeza dejando que sus sesos se esparcieran por la moqueta. Escuché de nuevo gritos y subí lo más rápido que el temblor de mis piernas me permitió. La puse en mi regazo abrazándola con dulzura. Estaba ardiendo y temblaba.

-¡Julia! Amor mío…
-Ti…tienes que irte Luca…tienes que irte.
-¿Y dejarte aquí? De eso nada, te voy a llevar a un hospital.
-No me queda mucho tiempo, amor. Corre…huye.

Sabía que tenía razón. A pesar de todo, la amé más que nunca. Sabía que eran sus últimos minutos y en realidad, también los míos. Cuando murió y su cuerpo se volvió inerte lloré, lloré mucho. No sé cuantas horas, puede que dos o tres hasta que me quedé medio dormido. Sentí roces en mis brazos. Abrí los ojos lentamente. ¿Julia? ¿Estaba viva? Pero aquellos ojos no eran de vida, no estaban llenos de alegría. No estaban llenos de nada, nada en absoluto. Ni siquiera aquel hermoso iris, había desaparecido. Me aparté de ella al ver que se relamía la lengua llagosa, llena de espeso líquido negro. Cerré la puerta de golpe y corrí más que nunca. Entré en la casa de enfrente corriendo el riesgo de que hubiese otro parásitos. Pero no. Aun con el atizador en la mano, subí a la buhardilla en la que ahora me encuentro. La calle estaba llena de parásitos y ella salió minutos después. Todos se han ido menos ella, o eso creo. Parece que esté esperando algo. ¿Me esperará a mí?

La miro. La deseo. La observo. La amo. Pero ella es un parásito. Sigue dando vueltas mientras su carne está cada vez más podrida y reseca. Escucho un grito y mis sentidos se agudizan. Veo una niña pequeña correr. Su brillante cabello en forma de tirabuzones reluce con el sol. La conozco, es una vecina de al lado de mi casa. Julia la detecta y camina hacia ella. Salgo corriendo de la buhardilla con el atizador,  hacia Julia. Le grito y se da la vuelta. Extiende sus muertos brazos hacia mí y yo elevo el atizador atravesándola como hice con su padre. Me agacho ante su cuerpo muerto y toco su vestido con la yema de los dedos. Agarro a la niñita en brazos y veo que una multitud de parásitos se acerca. No podía subir a la buhardilla de nuevo. Debíamos huir. Al menos no lo haría solo. Porque aquella niñita no era un parásito. 


En fin, esto es todo amigos! Mi patético intento de recibir un mérito por reflejar con palabras lo que pasa por mi estrambótica mente de aficionada a los no muertos, se vio truncado por alguna patética historia de amor de algún alumno del bachillerato social. No voy a dejar de escribir por ello. Creo que es normal que pase al principio, y como diría Frederick Frankenstein: "Debemos aceptar las derrotas así como las victorias, con una gran dignidad y serenidad". 

Hasta mañana, pequeños miserables!

Live Long and Prospere!